El Atlético Guardés inicia mañana un nuevo episodio en la Copa de la Reina, una competición que está lejos de ser la mejor para el equipo de A Guarda, que acumula decepciones temporada a temporada en un torneo abierto, pero al que no terminó de adquirirle el punto la formación de A Guarda y que se atragantó, especialmente, en los últimos años.
En su estreno en la competición, en 2013, el conjunto del Baixo Miño perdió en la semifinal ante el Rocasa Gran Canaria (23-30). No obstante, pasar una ronda en el debut era un resultado que podría considerarse bueno. No así sería en las siguientes ocasiones porque repitió actuación un año tras otro hasta 2017 y, casi siempre, derrotado ante el Bera Bera, el equipo de referencia en España en la última década. Los sorteos tampoco favorecieron al equipo de A Guarda.
Año a año subió el nivel del equipo de A Guarda, pero no así sus prestaciones en el torneo copero. En 2015 inició su serie de derrotas en semifinales ante el Bera Bera. En aquella ocasión por 26-21. El año siguiente, el marcador todavía resultó un poco más ajustado al finalizar 23-19 y en 2016 llegó uno de los mayores varapalos en la trayectoria del equipo en las citas de Copa de la Reina. En esta ocasión, el enfrentamiento para entrar en la final se disputó en un Municipal de O Porriño abarrotado y con una notable presencia de público llegado desde A Guarda. Sobre la pista estaba una de las mejores plantillas del equipo del Baixo Miño, liderada por la central internacional Nuria Benzal. Las expectativas eran grandes, pero el equipo de A Guarda perdió por un doloroso 13-19 ante el conjunto donostiarra. Una cifra de goles realmente baja para el balonmano de élite.
Un resultado que pudo ser uno de los factores clave en la salida de Manu Etayo del banquillo del equipo. La temporada siguiente, en 2017, ya estaba José Ignacio Prades al mando de la escuadra. Mejoró las prestaciones, pero también en O Porriño, el límite fue las semifinales. Perdieron por 20-19 y, por cuarta ocasión consecutiva, ante el Bera Bera. Eso sí, la campaña finalizó con el título de liga, el único obtenido hasta el momento por el Atlético Guardés, en aquella campaña y las precedentes, bajo el patrocinio de Mecalia.
Y, a partir de ahí, las del Baixo Miño no volvieron a cruzarse con las donostiarras. En gran medida, porque cayeron antes en el torneo. En 2018 la eliminación llegó en cuartos de final ante el Málaga (24-20), para no llegar a la fase final en 2019. El Elche las dejó fuera en la eliminatoria previa.
Y, por último, el pasado mes de septiembre, en la Copa de 2020 y que fue aplazada en primavera por la pandemia, el Guardés perdió en cuartos de final ante el Aula Valladolid (34-31). Mañana se mide al Liberbank Gijón (17:30) en Telde. Lo hará como flamente subcampeón liguero y buscará romper las barreras de su competición negra.
