Araceli Menduiña: "Entrar en la final y luchar por una medalla sería todo un logro"

Hace apenas un par de años, Araceli Menduiña (Cangas, 1969) supo que una lesión en el tobillo que sufrió siendo muy joven le permitía competir al máximo nivel del piragüismo adaptado o paracanoe. Desde entonces, la palista y entrenadora del Ría de Aldán ha sido cuarta en un Mundial, ha ganado un Europeo y el próximo día 31 viajará a París para participar en sus primeros Juegos Paralímpicos, en la modalidad de KL3 (200 metros).

Con 55 años va a disputar sus primeros Juegos Paralímpicos, ¿cómo llega físicamente?

Creo que llego bien, porque toda la preparación de la temporada ha ido enfocada a esta competición y mi mejor punto de forma va a ser justo ahora.

¿Ha sido una preparación específica teniendo en cuenta que se trata de su primera cita paralímpica?

En líneas generales, cualquier regata o cualquier carrera de velocidad se prepara haciendo series cortas e intensas y trabajando la fuerza y la potencia en el gimnasio. Se van haciendo ciclos durante todo el año, cada vez más intensos, hasta lograr el pico de forma en el momento que quieres.

En junio de este año se proclamó campeona de Europa de su especialidad, después de ser cuarta en el Mundial, ¿qué objetivo se marca en los Juegos de París?

Yo siempre me marco como objetivo hacer mi mejor carrera. Es decir, llegar a la línea de meta contenta del desarrollo de la regata. Después, si consigues una medalla es imposible no estar súper feliz, pero como es una distancia tan corta y tan explosiva, el más mínimo error te lleva a quedar primera o última. Entonces, llegar a meta satisfecha por no haber cometido ningún error y haberlo dado todo ya es el mejor premio.

¿Sus principales rivales serán las mismas que los últimos campeonatos internacionales?

Sí. Imagino que serán las mismas que he tenido hasta ahora. La verdad es que aún no salieron los listados o, al menos, yo no los vi, pero sé quiénes son las que se clasificaron cuando lo hice yo y este año ya nos vimos en el Campeonato del Mundo y, algunas, también en el Europeo.

Llegar a ser deportista de élite y clasificarse para unos Juegos Paralímpicos con 55 años no es nada habitual, ¿cómo ha llegado hasta aquí?

No, no creo que sea lo más habitual (se ríe). Sí que es verdad que en el deporte paralímpico, como llegas después de haber tenido una lesión, a lo mejor es más fácil entrar con más edad. No es mi caso, pero para alguien que tenga que partir de cero y aprender a andar en piragua después de tener la discapacidad sería muy complicado. Yo ya sabía andar en piragua y después tuve el accidente, con lo que ya tenía un camino andado, y si llegué tan tarde al mundo del paracanoe fue porque no pensé que mi discapacidad iba a ser suficiente para ser elegible para esta categoría.

¿Cómo ha vivido ese cambio de ser una deportista amateur y entrenadora a ganar un Europeo y clasificarse para unos Juegos Paralímpicos?

El cambio fue muy grande porque pasé de entrenar por hobby, aunque también es verdad que como me gustaba iba a entrenar los seis días a la semana que se planifican en el club, a que a raíz de entrar en el equipo nacional, la planificación pasase a ser ya más estricta. Ya no son sólo seis sesiones a la semana, sino que pasaron a ser ocho o nueve, a doblar entrenamientos, y pasas a vivir ya centrada en el piragüismo, contando con permisos en el trabajo, claro.

Antes de convertirse en deportista paralímpica, fue la primera entrenadora de figuras como David Cal o Teresa Portela, ¿se podía apreciar su talento por entonces?

Yo los entrené cuando empezaron y al principio no se nota, pero una vez que pasan a ser infantiles y a competir en el Gallego y en el Nacional sí que te das cuenta de que tienen algo. Lo que pasa es que, como suelo comentar, hace 25 años a nadie se le pasaba por la cabeza pensar que un deportista que saliera de Aldán pudiera llegar ni tan siquiera a ir a unos Juegos Olímpicos. Lo primero en que piensas es en poder ser campeón de España o, como mucho, en formar parte del equipo nacional. Pero, paso a paso, fueron creciendo hasta convertirse en unos deportistas ejemplares.

Con Teresa, además, comparte ahora la modalidad de K1 200, ¿cómo la vio en el K4 500 en los Juegos de París?

Bien. Consiguió el objetivo de estar en sus séptimos Juegos y de acceder a una final olímpica más. No pudo lograr la medalla, pero creo que el resultado es increíble. De hecho, es la única mujer española que puede decir que estuvo en siete Juegos Olímpicos.

¿Y qué le parecieron los resultados del piragüismo gallego en la capital francesa?

Creo que son unos muy buenos resultados. Siempre se pone el listón muy alto y siempre se quiere más, pero tenemos el cincuenta por ciento de la medalla de bronce del C2, el cincuenta por ciento del bronce del K4 y, después, Antía (Jácome) quedó cuarta tanto en el C1 como en el C2. Para mí, son unos resultados muy buenos.

¿Cuándo viaja y qué días compite?

Viajamos el 31 de agosto y a mí me toca competir el 6 de septiembre en las eliminatorias y el 8 se disputan las semifinales y la final.

¿Puede dar un porcentaje de las posibilidades que ve de colgarse una medalla o resulta imposible?

No lo sé. Ni me lo planteo. Hace dos años, cuando empecé en el paracanoe, en el club bromeaban diciendo: ‘Ya os veo a ti y a Teri (Portela) en las Olimpiadas’. Y lo que entonces parecía un chiste es ya un objetivo cumplido: asistir y poder vivir en primera persona unos Juegos. Tengo muchas ganas de estar allí y de disfrutarlo y, después, lo que se consiga será ya a mayores. Sólo con estar allí y disputar las regatas es suficiente, pero meterme en la final, como estoy haciendo en las últimas competiciones, y estar luchando por una medalla sería todo un logro para mí.