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Aquel portero regordete

Rafinha celebró su llegada al Celta con una carrusel de fotografías en el perfil de Instagram
photo_camera Rafinha celebró su llegada al Celta con una carrusel de fotografías en el perfil de Instagram
Rafinha destacó en alevín como guardameta del Val Miñor y militó en la selección de Vigo
Rafinha y Thiago Alcántara iniciaron su carrera como jugadores de fútbol en el Val Miñor, donde pronto destacaron en las categorías inferiores para después salir hacia el Barcelona. A pesar de ello, vistieron la elástica celeste en algún que otro torneo y también se hicieron aficionados del club vigués al seguir la trayectoria de su padre, todo un campeón del mundo como Mazinho. 
En el caso del hermano pequeño, el joven Rafinha Alcántara brilló desde el comienzo como un futbolista de futuro, pero lo hizo en una demarcación que pocos podrían adivinar como explica uno de sus entrenadores en aquella época, Álex Villar: "Combinaba con la demarcación de portero porque le gustaba mucho. Era un poco regordete y era fuerte y ágil. Tuvo una época así y fíjate el ojo que tengo que yo creía que tenía más nivel de portero que de jugador. Y mira tú, estuve de Pitoniso... En mi favor tengo que decir que era muy, muy bueno. Adelante era de lo mejor que teníamos, pero no parecía que fuera para tanto. Pero, mira hasta donde llegó". 
Una situación que también confirma Javier Lago 'Roxo', el entrenador que lo dirigió más tiempo dentro de la escuadra de Nigrán. Eso sí, con matices porque "en alevines con nosotros era portero, pero en los entrenamientos se ponía a jugar con ellos y era tan bueno como los de campo o mejor. Después se fue definiendo un poco más, igual influenciado por el padre, pero fue cambiando. Como guardameta llegó a jugar con la selección de Vigo y era un portero espectacular, muy bueno".
Finalmente descartó los guantes y se perdió lo que parecía un cancerbero de nivel, pero el fútbol  y ahora el Celta ganó un futbolista de talento. "Empezó a jugar en el centro del campo y de mediapunta. En infantiles militó en el primer año con el equipo de la Liga Gallega y después ya se marchó al Barcelona. En aquella época era fuerte, no era un niño definido. Protegía mucho el balón, tenía calidad y también potencia. Al girarse y tener campo por delante desarrollaba mucha fuerza", expresó 'Roxo'. 
En el trato cercano, Rafinha ya mostraba como niño un carácter afable porque "era muy extrovertido y abierto, muy brasileiro. Estaba siempre de broma, alegre y con buen humor. Más que revoltoso, era simpático, que siempre te hace el chiste y la broma. Y hoy en día sigue así". 
A la propia situación deportiva y personal del jugador, Álex Villar añade que "con Mazinho tuve bastante relación porque venía por el campo bastante. También con la madre y con la abuela, que venían a verlos con asiduidad. Con la madre todavía guardamos relación hoy en día. El trato era extremadamente correcto. Mazinho era increíble. No se metía en nada, muy discreto y siempre dejaron trabajar a sus entrenadores. El compartimiento era genial. Ellos tuvieron una educación deportiva muy buena y así salieron los dos jugadores. Al tener su nivel, Rafinha y Thiago podían caer en algún detalle de prepotencia y nunca ocurrió. Todo lo contrario, fueron muy bien llevados en ese aspecto". 
Lago incide en este aspecto porque "aquí se encontró con entrenadores que somos amateur, no vivimos de esto, y conmigo nunca tuvo un comentario, nada. Ni una mala cara ni un mal gesto. No se dirigió a ellos en ningún entrenamiento desde la banda, venía, estaba con otros padres, veía el entrenamiento y nada más".n

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