Alicia Fernández Fraga (Valdoviño, 21 de diciembre de 1992) es una de las principales referencias de la selección española de balonmano a sus 31 años. Hace una década pasó por el Balonmano Porriño y mañana regresa al Municipal para disputar un encuentro ante Azerbaiyán clasificatoria para el Europeo y, sobre todo, preparatorio para el preolímpico que comienza la próxima semana. A nivel de clubs, milita en el Rapid de Bucarest rumano.
¿Cómo se encuentran a unas horas de jugar?
Estamos bien. Llevamos unos días entrenando y también jugamos en Lituania. Pensamos en mejorar cada día y en preparar lo mejor posible lo que nos viene ahora por delante. La mente está un poco en el Preolímpico, pero hay que jugar partidos como éste de O Porriño y que nos sirva para adquirir sensación y mejorar como equipo y como grupo.
¿Le hace ilusión ir a los Juegos?
Los más importante para un deportista es poder participar en unos Juegos y tenemos todas muchas ganas. Pasa por el preolímpico.
¿Cómo se evita caer en un exceso de presión?
No sé, no sé. Realmente es lo que todas queremos, queremos ir a París y estos momentos son los que todo deportista quiere vivir. Hay que verlo de esas forma, sin tener un exceso de presión, pero sí tener mucha conciencia y muchas ganas. Jugar en casa ayuda, siempre que podemos jugar aquí y esperamos que en Torrevieja venga mucha gente para apoyarnos.
¿Cómo valora los rivales del preolímpico?
Son los mismos rivales que en la segunda fase del último Mundial, de forma que nos conocemos mucho, pero también al resto de selecciones. Sabemos que va a ser difícil y contra la República Checa ya perdimos en ese grupo. Pero esperamos estar mejor preparadas para ese día y poder ganar. Que el resultado sea otra.
¿Se acuerda de su etapa en el Porriño?
Sí, estuve dos años. Sigo siendo la misma que estuve jugando aquí en O Porriño. Pasó mucho tiempo, pero continúo con la misma ilusión, compito y me dedico a esto porque me gusta. Si no llega a ser así, sería muy difícil. Eso sí, soy una Alicia con muchos más años, pero con la misma ilusión.
Y aquella Alicia Fernández pensaba estar una década en la elite.
Una siempre tiene la ilusión de poder vivir esos momentos que he vivido y de poder estar en la selección y jugar las competiciones europeas… Pero en aquel instante, era sólo una ilusión, no piensas en que lo puedes vivir realmente. Y, claro, tampoco sabes lo que viene en el balonmano después. El propio deporte te sorprende. Cuando decidí irme a Rumanía, lo hice para dos años y ya llevo siete. Poco a poco, voy disfrutando las experiencias, llevandome sorpresas y avanzando en función de cómo salen las cosas.
Se fue hace siete años a Rumanía desde el Bera Bera, que era algo extraño. Y después, la siguieron más jugadoras españolas.
En su día fue una decisión algo arriesgada y tras pasar una cirugía de rodilla reciente. Salió todo bien y quizás la liga rumana no se conocía mucho, pero una vez allí, vimos que es una competición fuerte y, poco a poco, se han ido viniendo compañeras. Fue un gran descubrimiento. Pero, la llegar, sí que fue a la aventura porque no conocía nada, ni de la liga rumana ni del país. Fue una sorpresa agradable para ambas partes. Si no, no hubiera estado allí siete años.
¿Cómo se vive allí el balonmano?
Está muy cuidado. No puedo decir que sea el deporte más importante, porque el fútbol siempre está ahí. Pero el balonmano femenino es uno de los más importantes del país. Es una liga muy fuerte, con equipos buenos que invierten mucho dinero. Me gusta que es muy competitiva y que permite disputar la Liga de Campeones.
¿Tienen opciones en liga?
Este año está casi imposible ganar la liga porque tuvimos un mal inicio de temporada. Después, conseguimos situarnos segundas, que también es complicado porque hay rivales muy buenos. Y sí que llevamos tiempo jugando en Liga de Campeones que es muy importante. La gente habla mucho de la diferencia de salarios en España con otras ligas y es cierto que los hay, pero lo que más nos mueve y nos llama es aprovechar nuestros mejores años de balonmano para disputar las competiciones más fuertes.
¿Qué falta en España?
Crecer poco a poco. Hay equipos que están invirtiendo dinero. El Málaga estuvo en la fase de grupos de la EHF (segunda categoría) y es preciso continuar así, asentarse ahí y, después, alcanzar la Champions. Es un proceso bastante largo porque hay más equipos que apuestan, pero es la forma de hacerlo. Entre nosotras hablamos bastante de estas cuestiones. Siempre comentamos cómo nos va a cada una en su liga y en su país. Y, también, el funcionamiento de la competición por si alguna se plantea probarlo.
¿Se plantea volver a España en algún momento?
A día de hoy, todavía no. Renové con el Rapid y a estas edades ya voy viendo a corto plazo. Por ahora, estaré un año más en Rumanía y, después, ya se verá. Mientras me sienta con energía, me gustaría seguir al máximo nivel y continuar en competiciones europeas. Pero nunca se sabe si va a llegar el momento de volver. Depende mucho de las opciones que se abran o de las oportunidades que salgan.
Tuvo varias lesiones duras, pero siempre volvió a la selección.
He sufrido bastantes lesiones, pero es cierto que cada vez que tuve una trabajé para poder recuperarme y estar con mi equipo y aquí con la selección. Es un refuerzo grande que sigan contando conmigo y esto también son ánimos para, cada vez que hay un bache, intentar salir de él para intentar volver.
A nivel psicológico, ¿las lesiones son lo más difícil?
A la larga, no puedo decir que las lesiones han sido positivas, pero sí que he sacado muchas cosas de ellas. He aprendido a cuidarme más y a tener más fuerza mental. Pero cada vez que llega una lesión, es una carga pscilógica fuerte.
