Alejandra Sánchez Davila (San Javier, Murcia, 2002) llegó al Celta Zorka Recalvi en enero, cedida por el Hozono Global Jairis de Liga 1, para reforzar el juego exterior del equipo, mermado desde el comienzo de la temporada por la lesión de Laura Prats. La escolta murciana tuvo que hacer un doble esfuerzo para acoplarse al ritmo del conjunto vigués física y tácticamente, pero ese trabajo con el cuerpo técnico le permitió aportar minutos de calidad en la rotación en los últimos partidos del curso y, especialmente, en la ‘final four’ del pasado fin de semana, en la que promedió 7,3 puntos por partido. Alejandra estuvo en la visita de ayer a Atlántico y se mostró feliz y muy agradecida tanto con las compañeras como con su entrenadora, Cristina Cantero, de la que asegura que “me devolvió la ilusión por el baloncesto”.
¿Contenta de haber venido a Vigo en mitad de la temporada?
Lo hablaba ahora con mis compañeras. Han sido tres meses muy intensos. Es verdad que yo vine en un mal momento y ellas me han hecho siempre crecer y que creyera en mí, que creyera en que podía ayudarles. Desde el principio, Cris (Cantero) ya me dijo que estaba aquí para sumar y al final del último partido me dijo unas palabras que eran algo así como que claro que había sumado y que claro que había merecido la pena estar en el equipo estos últimos tres meses. Y yo estoy súper contenta y súper agradecida por todo.
Y vaya si aportó en la ‘final four’: 14 puntos en la semifinal, con 4 de 5 en triples, y otros 8 en la final, con 2 de 4 en canastas de tres puntos. Porque, además, los dos encuentros se decidieron desde el lanzamiento exterior en ataque.
Sí, sí. Además, yo el año pasado había vivido algo parecido (el ascenso con el Jairis), sabía cómo podían ir sucediendo las cosas a lo largo del partido y estaba tranquila. Sabía que mi trabajo de estos tres meses era bastante bueno y luego también tienes que tener la suerte de que te salgan las cosas bien. Pero si crees, todo sale y estoy muy contenta de haber ayudado con esos triples.
Desde fuera parece que la adaptación al equipo fue bastante rápida pese a lo avanzado de la temporada, ¿cómo vivió ese proceso?
Mucho mérito lo tienen mis compañeras porque desde el primer día me han estado invitando a sus casas. Los primeros días, que no tenía nada de comer en el frigorífico, ellas me ayudaban, me acompañaban a hacer la compra… Desde el día uno han sido mis compañeras y mis amigas y eso me ha ayudado mucho a entrar en la dinámica del grupo. Es verdad que Cris quería una jugadora española para ayudar y creía que yo podía ser una gran pieza de este equipo. Y estoy súper agradecida a la entrenadora por haber confiado en mí: Cristina me devolvió la ilusión por el baloncesto.
¿Ya conoce su destino para la próxima temporada? ¿Tiene previsto volver a su club?
No hay nada cerrado todavía. Es verdad que tengo un colchón todavía, porque tengo una cesión en Murcia y podría perfectamente jugar en la Liga Femenina 1 en el Hozono Global Jairis, pero nunca se sabe si quieres volver a casa o jugar otra vez fuera. Ahora llega el verano, es tiempo de disfrutar y lo que se tenga que negociar que se negocie para el año que viene. n
