ROSA MONTENEGRO Autora de “El yo y sus metáforas”

“Este libro va dirigido a los que tengan la madurez emocional para analizarse”

Rosa Montenegro presentará su libro en septiembre en Vigo.
photo_camera Rosa Montenegro presentará su libro en septiembre en Vigo.

nnn La viguesa nacida en Coruña (1949), Rosa Montenegro presentará en el 17 de septiembre en El Corte Inglés su primer libro, “El yo y sus metáforas”. Escrito durante el confinamiento, se publicó en abril en varios formatos y es uno de los más vendidos en versión digital en kindle. Ayer lo presentó para los lectores de Atlántico.

¿Cómo surge este libro?
Surge como una recopilación de mi experiencia como pedagoga. Empecé a escribir todo aquello en lo que estuve trabajando todos estos años en distintos países. Necesitaba ordenar este bagaje y el confinamiento me dio el tiempo.
¿Cuál es el objetivo?
Ayudar a que cada persona descubra lo que ha olvidado o lo que no se ha manifestado. Una parte importante de la felicidad consiste en aceptarse y quererse. El libro es un instrumento para un viaje submarino hacia dentro de uno mismo. Es duro. Es una lectura para hacer con calma y trabajar los conceptos.
¿Está destinado a un lector en particular?
Es para la gente que anda por la calle. La felicidad es un destino irrenunciable y todos somos iguales ante esto. Hay personas que buscan la seguridad en los charcos, en lugar de hacerlo en las fuentes. Este libro va dirigido a los que tengan la madurez emocional suficiente para saber analizarse, personas sensibles que tengan la fortaleza de mirar dentro de sí; no es imprescindible una formación intelectual, hay gente con estudios que no es capaz. 
¿A qué metáforas alude el título?
La portada ya es una metáfora: una persona en amarilla que surge de una imagen urbana. Es conocerse. La metáfora es un recurso lingüístico que respeta la inteligencia del lector. Es como un juego que permanece ahí y reaparece cuando ya está asimilada.
En la presentación del libro afirma que su vocación era ser médico, ¿le ayudó al  escribir?
Desde luego. Quise estudiar medicina, pero no pudo ser. Mi primer año de carrera me lo pasé en la cúpula del hospital universitario y mi primera impresión fue ver cómo no sale sangre en la primera incisión del bisturí porque el cirujano pincha y suelta. Eso mismo apliqué en el asesoramiento personal.n

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