Para muchos el teatro es una forma de ocio. Una forma de entretenerse y pasar el rato muerto que tienen durante el día. Pero, para otras muchas personas el teatro es una forma de vida. Una forma de aprender cosas nueva y superarse a sí mismos a lo largo del tiempo. Este es el caso del grupo protagonista, esta es la historia del Grupo Fontevella de Porriño.
Su historia se remonta hace 28 años cuando Chelo Pampillón, la cabecilla de este grupo, vio una iniciativa de la Xunta para fomentar el aprendizaje del gallego entre personas mayores. “Un compañero me habló de este proyecto de la Xunta, que estaba siendo solicitado por grupos de Cataluña, y decidí aprovechar la oportunidad un día que estaba hablando con Amparo”, relata Pampillón.
Fue así como el Grupo Fontevella inició su andadura por Porriño, de una forma social y natural. De la misma forma el grupo mutó y, antes de lo esperado dio el salto al mundo de los escenarios con telón rojo. “Como este era un grupo para aprender a leer en gallego yo traía muchas obras de teatro porque son muy fáciles de leer. Pero, un día, una integrante del grupo me preguntó que por qué no dábamos el salto y empezábamos a hacer teatro. Yo lo pensé y me pareció una idea estupenda, al igual que a los otros miembros de aquel momento”, cuenta Chelo, con sonrisas asomándose a su rostro al recordar esa historia.
Desde entonces, los de Fontevella empezaron su odisea en el teatro. Muchos integrantes llegaron y otros se fueron, pero en el grupo destaca Amparo, la única que lleva en el grupo desde sus inicios. En la actualidad, el grupo está formado por Lola, Enrique, Susana, Valentina, Valvi, Adriano, José, Andrés, Daniel, Amparo y Chelo. Todos ellos tienen sus diferencias, pero afirman que se sienten “como una familia” y no dudan en destacar las ventajas del teatro que les ayuda a “cuidar a cabeciña”.
El día 23 darán el pregón en las Festas do Cristo y seguro no dejan a nadie indiferente.
