De zona de ‘ajusticiamiento’ en la dictadura se convertirá en un nuevo espacio en pleno centro de la Villa de Salceda de Caselas, con la puesta en valor del ‘Carreiro do Rollo’
Comienza la última fase de las obras de puesta en valor del ‘Carreiro do Rollo’, en Salceda de Caselas, con la colocación del adoquín que cubrirá todo el espacio que forma parte de la historia del municipio, ya que, durante la dictadura, fue zona de ajusticiamiento. Y ahora el Concello quiere convertirlo en un nuevo espacio para disfrute vecinal Esta “recuperación, ademais de incorporar unha nova área de lecer e esparcemento na Vila, dará tamén solución aos problemas de saneamento e abastecemento na zona, ao mesmo tempo que se reforza a iluminación no carreiro coa colocación de balizas e farolas led orientables”, según informa Marcos Troncoso, concejal de Mobilidade.
El nuevo proyecto de urbanización del ‘Camiño do Rollo’ supondrá la recuperación de un espacio degradado en pleno casco urbano de Salceda, que utilizaban como sendero peatonal multitud de personas para acceder desde la Rúa do Rollo hasta Victoriano Pérez Vidal, que con el nuevo proyecto seguirá siendo de uso peatonal con una pequeña plaza central para uso y disfrute de las personas. Se evitarán además posibles problemas de salubridad en el entorno, dotándolo con servicio de recogida de pluviales. La financiación está incluída en el Plan Concellos 2023 de la Diputación de Pontevedra con 121.115 €. Y así, con este proyecto –señala la alcaldesa de Salceda, Loli Castiñeira-, “pasamos dun espazo gris a un espazo de luz para o orgullo e desfrute da nosa veciñanza, e facémolo ademais, poñendo en valor a nosa historia coa instalación de paneis explicativos na zona”.
Con toda probabilidad -según hacen constar desde el Concello-, el nombre de “Rollo” proviene de que en este lugar existió un “rollo jurisdiccional”. El "rollo” era una columna de piedra rematada por una bola o cruz que solo se instalaba en los señoríos con plena jurisdicción y que servía de amenaza coercitiva a los vasallos o forasteros, aunque en algunas zonas también funcionaba como lugar de ajusticiamiento donde se exponían a los “delincuentes” a escarnio público. Y no fue hasta la publicación del Decreto de las Cortes de Cádiz de 26 de mayo de 1813, cuando se mandó destruir todos los ‘rollos’ por ser signos de vasallaje y “de recordo continuo de humillación”, en Salceda, había otro rollo que no fue derruído incumpliendo ese decreto, y que a día de hoy aún se conserva en el Alto da Casa Grande da Picoña
