Ponteareas deslumbra con sus alfombras

La procesión con la Custodia con el Santísimo, por las calles de Ponteareas alfombradas de flores y bajo una lluvia de pétalos, como es tradición.
photo_camera La procesión con la Custodia con el Santísimo, por las calles de Ponteareas alfombradas de flores y bajo una lluvia de pétalos, como es tradición.
La ‘Villa del Corpus’ reivindicó un año más su título con sus 6.000 metros cuadrados de tapices florales

Veintiuna calles tapizadas con exquisitas alfombras florales, que llenaron todo el centro de la villa de aromas a ‘fiúncho’, francesillas, árnica e, incluso este año, por primera vez, a eucalipto. Así recibió Ponteareas la procesión del Santísimo en el día del Corpus Christi, su fiesta grande y que ha hecho famoso a este municipio en el mundo entero precisamente por su maestría en este arte efímero.

Antaño se decía que había tres jueves al año que relucían más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión. Trasladada esta festividad desde hace tiempo al domingo, en la jornada de ayer también lució el sol, si bien el tiempo acompañó con temperaturas suaves que hicieron más llevadera la jornada para las miles de personas que se dieron cita, bien para admirar sus famosas alfombras, bien para seguir los actos religiosos, con su procesión con el Santísimo y sus paradas en altares floridos.

La comitiva partía al mediodía, tras la celebración de la misa solemne en la iglesia parroquial de San Miguel. Este año, la celebración de un mitin del PP en Santiago con la asistencia de su líder Alberto Núñez Feijóo, en plena precampaña electoral, impidió la presencia habitual de altos cargos de la Xunta en esta ceremonia religiosa. Quien sí estuvo fue la directora xeral de Turismo, Nava Castro, quien aspira a ser elegida alcaldesa de Ponteareas el próximo domingo y quien estuvo acompañada de su padre, José Castro, quien fue regidor de este mismo concello durante 32 años.

La Custodia volvió a recorrer las calles bajo una lluvia de pétalos, pasando sobre los tapices que ocupaban casi 6.000 metros cuadrados. Cada uno distinto, cada uno, tal y como es la magia de este arte efímero, con un diseño que no se volverá a repetir jamás.

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