Juicio del accidente mortal en Salceda

El fiscal culpa al conductor de Salceda y a su "gravísima intoxicación etílica"

El acusado, con las manos sobre la cabeza, escuchando el informe de la Fiscalía, ayer en el juicio.
photo_camera El acusado, con las manos sobre la cabeza, escuchando el informe de la Fiscalía, ayer en el juicio.
El acusado del siniestro mortal en el que fallecieron una madre y sus dos hijos menores cerró el juicio con la última palabra: “No sé si fue culpa mía o no, lo siento en el alma”

El juicio contra Alfredo L.R., acusado de causar en estado ebrio un accidente de tráfico en Salceda de Caselas en el que fallecieron una madre y sus hijos menores de edad, quedó ayer visto para sentencia. Al término de la vista oral, el acusado  ejerció su derecho a la última palabra, con la que aprovechó  para señalar: "Siento mucho lo que pasó, no sé si fue culpa mía o no, lo siento en el alma".

 

 

De esta forma se dirigió al tribunal,  si bien en ningún momento lo hizo hacia los familiares de las víctimas. Alfredo L.R.  reiteró que "no sé si soy culpable o no" porque sostuvo que no se acuerda "de nada" del accidente, destacando que "estoy fatal tanto física como mentalmente".

"Jamás cogí el coche bebiendo una copa", aseguró Alfredo, que ante el positivo por alcoholemia de 2,49 que dio tras el siniestro dijo que no le encuentra "explicación". La Fiscalía  mantuvo su petición de cinco años de cárcel para él por tres delitos de homicidio por imprudencia, al entender que  quedó demostrado de forma "clara e irrefutable" que el accidente se produjo por la "gravísima intoxicación etílica" del acusado.

La responsabilidad, según la fiscal, es "única y exclusivamente" de él, mientras que la actuación de la víctima, la madre de los menores, fue "irreprochable" al intentar una maniobra evasiva "correcta" y demostrarse que no había ingerido "ni gota de alcohol". No hubo tampoco "circunstancias externas" que agravaran el accidente, ya que la carretera estaba en buen estado y las condiciones meteorológicas eran "buenas".

Consideró  "acreditado" que el conductor era consciente de su embriaguez ya que "antes de ponerse al volante intentó sin éxito que alguien le llevase" y, sin embargo, condujo borracho su vehículo a una "velocidad excesiva e inadecuada para su estado y el de la vía".

“No está arrepentido, conocía el riesgo"

La acusación particular, por su parte, elevó  la petición de cárcel a nueve años de cárcel y aseguró en su alegato final que es "mentira" que el acusado esté arrepentido de lo sucedido porque "estaba borracho, conocía el riesgo y lo asumió".

Además, el letrado censuró la actitud "miserable" e "indignante" del abogado de Alfredo L.R. durante el juicio, en el que se ha intentado "echar la culpa del accidente a la víctima", lo que aumentó  "toda la rabia y toda la pena de la familia".

La defensa del conductor insistió en pedir la libre absolución de su cliente mientras consideró "absolutamente desproporcionado" que la acusación particular pida nueve años de cárcel, porque "la labor fundamental es el resarcimiento, no el rencor ni la venganza" . También recordó que la Fiscalía, por ejemplo, solo pide cuatro años de cárcel para el maquinista por el accidente del tren Alvia que se cobró 80 muertos y 145 heridos en Angrois.

La familia de las víctimas dice que transformó el coche en un arma

Mientras la defensa del conductor consideró desproporcionada la pena de prisión que solicitan los familiares de las víctimas, estos consideraron que lo ocurrido trascendió a la imprudencia. En declaraciones a la Televisión de Galicia, uno de los hermanos de María Luisa, de 39 años, y tío de Daniela y Beltrán, de 13 y 6, fallecidos en el accidente, aseguró que el acusado ebrio “transformó el coche en un arma que mató a tres personas”. 

De ahí, que la familia eleve la petición de cárcel a los nueve años. Durante las sesiones del juicio, los afectados aseguraron no poder pasar página después de lo ocurrido. El viudo y padre de los niños testificó el primer día de la vista reconociendo que aquel día, el 19 de marzo de 2021, lo perdió todo, sin que le quedaran razones para seguir viviendo. De hecho, tuvo que marcharse fuera.

Por su parte, el abogado de la compañía aseguradora Axa se adhirió a los argumentos del letrado de la defensa y  criticó  "la patente de corso que se le concede al informe técnico" de la Guardia Civil, que llegó a calificar de "muy primitivo" por "soslayar" otras posibilidades como que hubiese otros vehículos implicados.

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