El plan en portería, a examen

Rubén Blanco acudió el pasado lunes al último entrenamiento del año de su escuela de porteros.
photo_camera Rubén Blanco acudió el pasado lunes al último entrenamiento del año de su escuela de porteros.
El Celta no tiene prisa con la opción de compra de Dituro y se plantea si buscar otro destino a Iván Villar hasta junio

El diseño de la portería en el Celta fue tema trascendental el pasado verano, cuando el club se decidió a romper la tónica de los últimos años fichando a un portero, tras vivir casi una década de guardametas de la cantera. Ahora en enero, la situación no va a variar, aunque sí se medita algún retoque antes de replantearse, hacia finales de la presente campaña, si insistir en el plan actual o retornar al anterior.

Tres son los cancerberos en la primera plantilla del Celta, cada uno de ellos en una situación diferente. El titular desde el arranque del curso es el argentino Matías Dituro, que ha refrendado la apuesta del técnico celeste, Eduardo Coudet, con un puñado de grandes actuaciones que, por el momento, compensan de sobra  algunos errores en el último mes.

Como el resto de jugadores que llegaron cedidos el pasado verano, Dituro tiene en su contrato una opción de compra pactada con la Universidad Católica de Chile. Y, pese al casi perfecto arranque de temporada, en Príncipe no tienen prisa alguna en tomar  una determinación al respecto. Es decir, que se esperará a final de curso para volver a analizar el tema de la portería y tomar decisiones. Lo que resulta obvio es que la continuidad de Dituro es una opción que está sobre la mesa. 

Su suplente está siendo Rubén Blanco, que sigue teniendo toda la confianza del club. El canterano vive un año complicado y ya sabe que el Celta quiere renovar su contrato, que termina en 2023. En Príncipe se mantiene el discurso de que el mosense, que todavía tiene 26 años, debe asentarse como el portero de futuro del equipo celeste. La cuestión es si a Coudet también le convence tanto como para apostar por él.

El tercero en concordia es Iván Villar, renovado el pasado verano pero que acabó saliendo cedido al Leganés debido a la llegada de Dituro. Todas las partes estaban de acuerdo con la medida, pero el problema es que el equipo madrileño cambió de entrenador y, desde la llegada de Mehdi Nafti al banquillo, el cangués ha perdido la condición de titular en detrimento de Asier Riesgo.  

Tal circunstancia provoca que en el Celta exista el planteamiento de cambiar el destino del canterano este mercado de enero, a ser posible. El movimieto no es sencillo, pero sí factible y, probablemente, deseable.

El ostracismo liguero de Villar

La situación de Iván Villar merece un análisis aparte, dado que su día a día está lejos de los habituales radares célticos. El canterano venía de un feliz verano, con medalla olímpica incluida, y el aterrizaje de Matías Dituro en el primer equipo junto a la recuperación física total de Rubén Blanco provocaron que se le buscase, con su anuencia, un destino para salir cedido. El Leganés de Asier Garitano tenía mucho interés y allí se fue. Le costó cinco jornadas pero se hizo con una titularidad que aguantó ocho partidos, justo hasta la salida de Garitano y la llegada al banquillo de Mehdi Nafti. Desde octubre, no ha vuelto a tener ni un solo minuto en Liga  y apenas jugó el pasado día 15 un encuentro en Copa ante la Cultural, ya que en la primera ronda estaba lesionado.

En cesiones como la de Iván, el Celta y el resto de clubes prestan especial atención al grado de deseo del entrenador del equipo de destino. No había dudas con Asier Riesgo, pero es obvio que con Mehdi Nafti el objetivo de la cesión del cangués no se cumple.

Plantearse ahora un cambio de aires también viene por alguna cuestión extradeportva. Como que el actual entrenador del Leganés y el otro portero de la primera plantilla del conjunto madrileño, Asier Riesgo, comparten agencia de representación. Nada insalvable, pero sí un factor más a tener en cuenta a la hora de analizar el futuro inmediato del canterano.

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