El mexicano Orbelín Pineda es el jugador del equipo vigués que mejor aprovechó la cesión en el presente curso. Recaló en el AEK Atenas para disputar más de 2.800 minutos en los que anotó 10 goles y repartió 4 asistencias. A ello se unió que levantó la liga y la copa en Grecia, un año para el recuerdo.
Con ese bagaje volverá al Celta, ya que tiene contrato hasta 2027, aunque no se descarta que el club intente venderlo y sacar un buen traspaso tras su revalorización. Es una futbolista con cartel.
También tuvieron una campaña positiva los jóvenes Sergio Carreira y José Fontán. El lateral Carreira disputó 2.209 minutos en Segunda con el Villarreal B (2 goles, 1 asistencia), mientras que el central jugó 1.102 con el Go Ahead Eagles en la máxima categoría de los Países Bajos. Sufrió algún que otro problema físico. Volverán al club y el verano dirá si será para quedarse o para un nueva cesión. También se espera el regreso y, salvo sorpresa para quedarse, el portero mosense Rubén Blanco que jugó un año cedido en el Olympique de Marsella. Ejerció de segundo guardameta con 585 minutos.
Por su parte, Miguel Baeza jugó 1.223 minutos en el Río Ave portugués con 1 única asistencia. No entra en los planes del Celta, como tampoco el uruguayo Gabriel ‘Toro’ Fernández, que sí firmó buenos números en la liga mexicana. Anotó 8 dianas y dio cuatro asistencias en 2.506 minutos. Julen Lobete, comprado el pasado verano y cedido al Waalwijk de la primera división de Países Bajos, sumó 1.255 minutos con cuatro goles y todo apunta que repetirá experiencia de cesión. También pertenece al Celta Alfon González, que encadenó cesiones en la Racing de Santander y el Murcia y el vigués Santi Mina, el caso más delicado.
El delantero todavía tiene una campaña más de contrato y jugó cedido en el Al-Shabab de Arabia Saudí. Condenado a cuatro años de cárcel por abuso sexual está a la espera del recurso para ser absuelto o que se convierta en sentencia firme. No jugará en el Celta, pero forma parte de la plantilla.
