La marcha de Denis Suárez al Espanyol o el triste final a un despropósito

Denis Suárez ya entrenó ayer a las órdenes del técnico vigués Diego Martínez.
photo_camera Denis Suárez ya entrenó ayer a las órdenes del técnico vigués Diego Martínez.
El salcedense se va al equipo que dirige el vigués Diego Martínez hasta final de temporada en una operación que la Liga considera una cesión y que supone el adiós del canterano que lustró la operación retorno

Regresó un 30 de junio de 2019 entre vítores. Se fue un 31 de enero de 2023 por la puerta de atrás. El Celta cerró ayer el triste capítulo de Denis Suárez, canterano que capitaneó la fallida operación retorno y que ahora se va repudiado por el club que lo vio crecer y que lo ha depreciado impediéndole jugar el último medio año. La entidad celeste y el Espanyol oficializaron en la mañana de ayer el acuerdo para que el de Salceda de Caselas juegue en el conjunto barcelonés, a las órdenes del vigués Diego Martínez, hasta final de curso. La Liga desveló un poco más tarde que considera la operación como una cesión. Sea como sea, el futbolista ya no regresará a Vigo.

Un pésimo final para una historia de respeto mutuo que saltó por los aires en verano de 2022, cuando el presidente del Celta acusó al jugador de traicionar a la entidad. Su pecado fue tener relación con la agencia de representación que acompañó a Bryan Bugarín, jugador de la cantera, en su salida de A Madroa en dirección al Real Madrid. Un desencuentro de índole empresarial que se convirtió en personal. El club descartaba renovar a su canterano hasta que renunciase a su agencia, algo que no hizo. Como tampoco lo hizo Iago Aspas, al que sí se perdonó por no tener una relación tan directa con la agencia.

La temporada siguiente al desencuentro, Denis no sólo siguió jugando sino que, de la mano de Eduardo Coudet, dio su mejor rendimiento. Ya había dado un paso adelante desde la llegada del técnico argentino, pero el pasado curso dio el nivel diferencial que se esperaba de él desde su llegada. Circunstancia que no varió la decisión del presidente: con el arranque de la actual campaña. Denis quedaba apartado de cualquier actividad competitiva. De nada sirvió que el jugador hubiese estirado su contrato en su día hasta 2024 por petición del club para afrontar la llegada de Jeison Murillo. No hubo cambio alguno.

La cuestión es que en el mercado de verano tanto Denis como el Celta buscaron una salida. Cada parte encontró las suyas pero ninguna que les hiciese coincidir. El club no encontró la manera de solventar el problema porque se negaba a dejar salir al futbolista sin una contraprestación económica adecuada, dado que había costado en su día 13 millones.

Al final, la mala situación clasificatoria en enero y la ausencia de margen en el límite salarial tras el cambio de entrenador propiaciaron que sí se hallasen caminos donde antes no los había. Denis se va, formalmente, cedido a cambio de una cantidad que, inicialmente, ronda los 250.000 euros.

El jugador, que ya el lunes había cerrado todo el acuerdo, ya entrenó ayer con el Espanyol. “Vengo donde quería. Mi agradecimiento (al Espanyol) se verá en el campo”, apuntó Denis.

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