¿Es muy diferente este fútbol al de su época?
Antiguamente, el fútbol era mucho más directo. Yendo más de portería a portería y, en la actualidad, es mucho más elaborado, con pases desde atrás. Los campos eran muy distintos y, de hecho, durante muchos meses no permitían un juego en corto porque estaban totalmente embarrados. A día de hoy, están siempre perfectos para jugar. ¿Qué fútbol era mejor? Pues no lo sé. Tiene que decirlo el aficionado, aunque ya quedan pocos de los seguidores de mi época. Ahora predominan los jóvenes y es normal que llegue este relevo.
La gente joven no lo sabrá, pero esos campos eran patatales.
Muchas veces querías dar un pase en largo y quedaba el balón a apenas cinco metros. Recuerdo un partido en Donostia con un campo que embarrado es poco. Le pasé el balón al portero, él fue a darle un pelotazo hacia arriba y le quedó a cuatro metros en los pies del delantero por el barro que había… No veas la bronca que nos cayó.
Usted todavía viajó en autobús, muy diferente del avión privado.
La cosas cambiaron mucho. Hoy incluso viajan en el mismo día y, en mi etapa, igual salías un jueves para ir a jugar a Sevilla o a Barcelona. Comenzabas el regreso tras jugar y llegabas el lunes a la noche o de madrugada. Las cosas, por suerte, han cambiado. Esto es Por suerte, esto estaba bien cerrado y casi siempre íbamos a paradores en los que teníamos buena comida y se dormía bien. Pero lo peor eran los viajes. Era un fútbol con muy poco vídeo o ninguno. Ahora se analiza todo. Totalmente. Hoy en día te dice algo el entrenador y, al momento, te enseña en un vídeo todo lo que haces mal. Estás totalmente controlado en ese sentido. Cuando comencé, se daban muchas patadas cuando empezaba, pero después ya pasamos al tren e, incluso, al avión. Pero sí que nos tocó algún año de autobús y, de hecho, había uno que era propiedad del club. Estaba para lo que hacía falta. Por suerte, la vida cambió para mejor. Y hay que tener en cuenta que las carreteras de antes no son como las de ahora. Autovías había pocas.
Y había que escoger restaurante, encontrar un sitio para entrenar un poco…
Por suerte, esto estaba bien cerrado y casi siempre íbamos a paradores en los que teníamos buena comida y se dormía bien. Pero lo peor eran los viajes.
Era un fútbol con muy poco vídeo o ninguno. Ahora se analiza todo. Totalmente. Hoy en día te dice algo el entrenador y, al momento, te enseña en un vídeo todo lo que haces mal. Estás totalmente controlado en ese sentido. Cuando comencé, se daban muchas patadas y los delanteros aguantaban porque no había tarjetas. Hoy en día se tiran, pero pronto los cazan si lo hacen. La modificación fue a mejor porque tampoco era cuestión de que los atacantes estuvieran recibiendo todo el día sin ton ni son.
Usted jugó en el Celta pionero en Europa, el que se enfrentó al Aberdeen escocés en la temporada 1971/1972.
Nos clasificamos y la verdad es que quedamos eliminados a la primera de cambio. En casa no jugamos bien y ya perdimos. Eso sí, fue una experiencia bonita porque sólo llevábamos dos años en Primera. En todo caso, demostró que el Celta podía estar en Europa. Lo que pasa es que después pasó mucho tiempo hasta que el club volvió a lograr la clasificación. Fuimos los primeros en llegar y es un recuerdo muy bonito. Con el paso del tiempo, se ve el valor que tiene porque el Celta era un club con limitaciones, modesto. Cuando yo llegué, estaba en Segunda, ascendimos y, en dos o tres años, jugamos Europa. Era un cambio sustancial. Ahora se le da más valor. Incluso a mí se me da más valor ahora por ser el jugador con más partidos. En aquel tiempo, era más una rutina.
