La plantilla del Celta realizó ayer una sesión de trabajo de las llamadas de recuperación, tanto física como anímica. El golpe recibido en Bilbao, el cuarto consecutivo, ha dejado secuelas en un equipo que ve complicarse la temporada cuando creía tenerla totalmente controlada. Y que, además, sufre inclemencias en forma de lesiones y sanciones que hacen aumentar las dudas que ya de por sí ofrece su fútbol.
El calendario trae mañana a Balaídos al Girona, con lo que la norma habitual lleva a pensar que el técnico celeste, Carlos Carvalhal, debería elaborar hoy la lista de convocados. Con todo, las decisiones definitivas no llegarán hasta el mismo martes, dado el escaso de margen de recuperación.
Las certezas se dan en el apartado sancionador, con Renato Tapia regresando tras suspensión y Luca de la Torre teniéndola que cumplir en este duelo entre semana. Menos claro está el estado físico del grupo en general y, muy en particular, de dos jugadores: Iago Aspas y Fran Beltrán.
Del estado del mediocentro dio cuenta ayer al club, aunque sin aclarar demasiado las cosas. Habla de “una posible lesión fibrilar de bajo grado en el bíceps femoral derecho pendiente de prueba de imagen". Por lo tanto, aunque no lo confirma, se puede dar por descartado a Beltrán, el único céltico que había estado presente en todos los partidos hasta la fecha, del duelo de mañana y se puede deducir que, al menos, no está ya descartado para lo que resta de campaña liguera.
En el caso de Aspas, todo sigue igual. Su presencia dependerá del dolor que le provoque su lumbalgia en las horas previas. Sin viaje de por medio y con necesidad de puntos, seguro que apurará lo posible.
