José Fontán y Sergio Carreira: la mili de los canteranos

El central arousano (i.) vive su primera experiencia fuera en los Países Bajos y el lateral vigués la segunda en Vila-Real tras pasar por Miranda el año pasado.
photo_camera El central arousano (i.) vive su primera experiencia fuera en los Países Bajos y el lateral vigués la segunda en Vila-Real tras pasar por Miranda el año pasado.
El central arousano y el lateral vigués del Celta crecen como jugadores y como personas en sus cesiones en el Go Ahead Eagles neerlandés y en el Villarreal B

La maduración es un proceso natural para todos los seres humanos. Intentar, fallar, aprender, volver a intentar, acertar. Mejorar. Un compendio de cosas que se da con el devenir de los años para cualquier persona. También para cualquier futbolista. Hay muchos caminos y formas para alcanzarla. Todos válidos. José Fontán y Sergio Carreira están experimentando el de la mili. Salir fuera de casa para volver mejores. El central vilagarciano, en el Go Ahead Eagles de la Eredivisie neerlandesa. El lateral vigués, en su segunda cesión en la categoría de plata, en este caso en el Villarreal B. Una videollamada permite juntarlos, aunque sea virtualmente, para hacer balance. Y para echar un buen rato juntos.

Los canteranos son muy amigos. Se nota. Se conocieron cuando eran infantiles de primer año y han desarrollado un lazo que no va a romper la distancia ni los inescrutables caminos del fútbol. Se percibe en los vaciles que se lanzan casi en cada respuesta. La conversación fluye veloz, agradable, divertida. Pero eso no evita que surjan reflexiones más serias sobre sus vivencias lejos del hogar. “No es lo mismo hacerte a la idea de cómo va a ser cuando estás en tu casa en verano, que vivirlo aquí”, explica Fontán desde Deventer, su ciudad de acogida en los Países Bajos. Carreira, que tiene un año más de experiencia en este ámbito, aconseja. “Es importante tener paciencia al principio. No vas a llevarte bien con todo el mundo nada más llegar. Y todo es nuevo", destaca. El agradecimiento vuelve en forma de broma: “Ahí, ahí, buenos consejos”.

Ambos estaban teniendo cesiones con altibajos pero por fin han encontrado la regularidad. Y los dos coinciden en el poso valioso que deriva de las dificultades. “Siempre había sido titular, tanto en Miranda como en los equipos del Celta. Por eso, el no jugar te ayuda a aprender a llevar situaciones complicadas”, destaca Sergio desde Vila-Real. “Ni cuando no jugaba era un fracaso ni ahora es todo de 10. Tampoco consideraría perfecta una cesión en la que fuera todo rodado porque de lo que más se aprende es de los malos momentos”, destaca José. “Así le das más valor a lo bueno”, añade.

Es algo en lo que ambos inciden. Salir de tu casa, de tu familia y de tus amigos ayuda a conocer nuevas realidades. “Si hace unos años me dijeran de jugar en Segunda, diría que no puede ser. Pero ahora me veo aquí, me doy cuenta del nivel que hay y pienso que ojalá podamos seguir así”, expresa Carreira con sinceridad. Una honestidad que inunda la pantalla según avanza la conversación y ambos se van sintiendo más cómodos. “Me hacía falta madurar”, insiste el lateral vigués. “Sé que esta cesión me va a aportar muchas cosas para el futuro”, refrenda Fontán.

Entre esas situaciones complicadas está la soledad. Sobre todo cuando no juegas. “Igual no estás para bromas”, dice uno. “No tienes ganas de relacionarte”, confirma el otro. Pero, en un mantra constante, aparece el aprendizaje. “Te da una madurez más general", apunta José. “Aprendes a ser más autocrítico”, reconoce Sergio, que destaca la importancia de saber “con quien juntarte” en el día a día. “En el fútbol, no todo el mundo es como José, que es muy amigo mío y buen compañero”, advierte. “Secundo todo lo que dice Sergio”, replica su colega.

Estas cesiones son solo un paso más de su incipiente carrera. Atrás quedan años juntos en la base del Celta, con un Juvenil A campeón de Liga, un puñado de partidos en el filial y hasta el debut en el primer equipo de la mano de Óscar García Junyent. El paso que marca definitivamente el salto al profesionalismo es el día que entras a un vestuario y no están Gabri, ni Lauti, ni Losada, ni Barcia, ni tantos otros. En definitiva, una caseta en la que no está la pandilla de siempre. “Es que es tal cual”, apostilla Fontán, que percibe cómo “la gente se juega su pan” en cada entrenamiento del fútbol profesional. Pero el matiz definitivo lo pone Sergio: “La diferencia, aunque es pequeña, está entre divertirse y pasarlo bien. En la base del Celta lo pasábamos bien. Ahora tenemos que divertirnos igual, porque hay que disfrutar en el fútbol, pero igual no lo pasamos tan bien", resume en una reflexión muy aplaudida por su amigo: “¡Vaya maestro!".

De toda esa quinta, el nombre que más está sonando últimamente es el de Gabri Veiga. En el recuerdo, una entrevista en Atlántico a Carreira de hace unos años. En ella, el lateral vaticinaba que el porriñés iba a llegar a Primera seguro. Fontán interrumpe: “Oye, que viendo la de goles que metía en el filial, no hacía falta ser adivino”. Sergio se frota las manos. “Resulta que eso lo dije el año que no era titular habitual”, espeta. El vilagarciano se percata entonces de que aquello sucedió en la temporada 2020/21, la inmediatamente anterior a la de su explosión, el curso pasado. “Recojo cable”, se apresura a decir. Bromas aparte, José enfatiza la admiración con un toque de incredulidad por lo que está logrando su colega. “Ni yo, que tengo las mejores expectativas sobre él, esperaba esto. No es normal. Está siendo el mejor junto a Aspas y no tiene sentido. Está a otro nivel”, reflexiona el arousano, que ensalza también su nivel humano: “Es imposible no alegrarse por él porque es súper buen chaval”.

Y, al igual que tienen la componente de la salida, las cesiones también tienen la del regreso. Salvo que el Villarreal ejecute la opción de compra de diez millones que tiene sobre Carreira, todo parece encaminado a que los dos estén en la pretemporada del centenario. Y les ilusiona. “Soy celtista y es donde quiero estar”, apunta Fontán. Carreira, por su parte, reconoce que lo hablan “a veces” y recuerda cuando compartieron “tres o cuatro partidos” con Óscar García Junyent. “Tenemos ese sentimiento de jugar juntos en el Celta. Es especial para los dos y ojalá lo podamos conseguir porque sería muy bonito”, añade. Pero, eso sí, ambos han madurado lo suficiente como para saber que en fútbol, la semana que viene queda muy lejos. Cuanto más el curso siguiente. “Nosotros podemos querer, pero el fútbol son muchas cosas", expone Carreira. “El año que viene espero tener minutos en Vigo, pero si no se pueden dar tampoco vamos a estar por estar", añade Fontán.

Pase lo que pase, volverán más maduros. “Creo que he crecido muchísimo”, destaca el arousano. “Una barbaridad”, confiesa el vigués. “Aprendí a tomarme la vida desde un punto de vista más responsable y a darle valor a lo que tenemos. Somos afortunados y hay que ser consecuentes con ello y lo más profesionales posibles", remata Sergio derrochando madurez en su discurso. Parece que la mili funciona.

Fontán, Carreira y la rivalidad histórica del tenis

Para llevar mejor las horas muertas de estar lejos de casa es importante tener aficiones. José Fontán comparte la del tenis con Sergio Carreira desde que el arousano y su hermano Javi lo metieron en el mundillo en la cantera del Celta. “Ahora está dentrísimo”, destaca el central. “A base de ver partidos, ya te conoces casi todo el circuito”, reconoce el lateral vigués. Esa pasión común se bifurca en las dos caras de la gigantesca rivalidad entre Rafa Nadal y Novak Djokovic. José va a muerte con el manacorí -"empezó mal el año"- y Sergio, con el de Belgrado -"estoy muy contento"-. De ahí las bromas con el último Open de Australia. “No vi la final”, expresó el jugador del Go Ahead Eagles. “Eso es una mentira como una catedral”, replicó el del Villarreal B. Dejando las risas a un lado, ambos explican lo mucho que les gusta el juego de la raqueta. “Es muy divertido”, coinciden. Y para la gira de tierra, de nuevo la discrepancia. “Roland Garros tiene un rey”, avisa José, que encuentra contestación. “Este año, la tierra tiene un nombre y es Novak. Ya sabéis el apellido”, concluye Sergio. Rivalidad sí, pero siempre con el mejor humor.

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