A la vez que planifica la primera plantilla, el Celta tiene que ir diseñando su segundo equipo. Y entre uno y otro, hay una tierra de nadie en la que figuran un puñado de futbolistas. Uno era Alberto Solís, que ya ha dicho adiós al club y ahora suena para equipos de Segunda como el Sporting de Gijón. Y otro es el escocés Jordan Holsgrove, que tiene todavía un año más de contrato en Vigo y está a la espera de la decisión de Eduardo Coudet sobre su persona. Porque su rendimiento ha sido positivo, tanto en el filial como en sus apariciones en Primera División, y el mercado le está ofreciendo más oportunidades.
Jordan ha contado con el visto bueno del entrenador argentino. De hecho, ha tenido minutos en cinco encuentros ligueros, en ocasiones por delante de componentes de la primera plantilla como Miguel Baeza. Y siendo también pieza fundamental en la gran temporada del Celta B, con su clasificación para Primera RFEF y su tentativa de ascenso a Segunda.
El británico de 21 años, que llegó a Vigo desde el Atlético Baleares, se ha ganado un nombre en las secretarías técnicas de la categoría de plata. Conjuntos de renombre como el Oviedo, el Málaga, el Alcorcón o el recién ascendido Ibiza han preguntado por su situación. Por lo tanto, su futuro está pendiente de la decisión de Coudet, aunque el Celta está muy tranquilo a este respecto, ya que el jugador tiene un año más de contrato.
