El Cádiz -o más bien el Barcelona- indultó ayer al Celta. Tras su derrota del viernes en Sevilla ante el Betis, el conjunto vigués se vio ayer beneficiado por los resultados de los rivales directos que entraron en juego, en especial por la derrota del bloque gaditano en su casa (0-1), con lo que el descenso sigue estando tres puntos por detrás. Además, el Rayo Vallecano no pasó del empate en casa ante el Getafe (0-0) y el Mallorca perdió como local con el Real Madrid (0-1), con lo que ambos siguen a tiro de los celestes, también a tres puntos pero por encima.
Con esa relativa tranquilidad, el Celta puede afrontar lo que resta de mes de abril, dos semanas en las que confía en aumentar su renta con la zona de pérdida de categoría. La visita de la Unión Deportiva Las Palmas el próximo sábado y el desplazamiento a Vitoria siete días más tarde se antojan oportunidades a no perder. Porque en ese plazo entrarán en juego los enfrentamientos directos, que tanto pueden marcar esta recta final de competición.
En concreto, es el Mallorca el equipo que puede resultar determinante en las dos próximas jornadas, ya que se mide de forma consecutiva a Sevilla y Cádiz. Los sevillanos -pendientes aún de la visita de hoy a Las Palmas- están empatados a puntos con los mallorquinistas; y los gaditanos llegarán a ese encuentro, con casi total seguridad, en descenso, con lo que su actual papel de límite de la continuidad en Primera se mantendrá para esa cita.
Con Granada y Almería a la espera de certificar matemáticamente un descenso inevitable, el Celta tiene que mirar a Cádiz, Rayo, Mallorca, Sevilla y Alavés. Y todos tienen un final de abril, sobre el papel, más comprometido: Cádiz, con Girona y Mallorca; Rayo, con Osasuna y Villarreal; Mallorca, con Sevilla y Cádiz; y Alavés, con Atlético y Celta. Dos semanas determinantes.
