La esperanza tal vez tramposa del Celta

Repite Rafa Benítez, entrenador del Celta, que en situaciones de emergencia como la que vive su equipo “hay que ser frío”. Y en esto del fútbol no hay nada más frío que los números, que son los que dicen que en el último mes -cinco partidos-, el conjunto vigués presenta una tendencia positiva con una sola derrota -la del Villarreal- y 6 puntos sumados, que no son demasiados pero sí más que otros ocho equipos de Primera División.

Acortar el análisis permite descubrir las tendencias con las que cierran el año los conjuntos inmersos en la zona baja de la clasificación. Y todos tienen peores números que el Celta salvo el propio Villarreal (7) y el Mallorca (8), rival celeste dentro de dos jornadas en el inicio de la segunda vuelta en Palma de Mallorca y que ha revivido con sus triunfos en casa ante Sevilla y Osasuna.

Granada (1), Almería (2), Cádiz (4) y Sevilla (4), los rivales habituales de los célticos en la zona baja en esta primera vuelta, han estado por debajo en este último tramo. Que ha servido, además, para implicar a otros dos conjuntos que parecían más liberados como Alavés (4), Osasuna (5) o Valencia (5). Y llama la atención el bajón sufrido por el Rayo Vallecano, que apenas ha sumado 2 puntos, aunque el bloque madrileño partía de una situación espléndida, lo que le permite tener 20 puntos y vivir con tranquilidad esta crisis.

Con todo, los números llegan de lo que sucede en el campo y esto depende del nivel de juego mostrado. Y es ahí donde el Celta entra en contradicción porque sus mejores resultados han llegado cuando su fútbol se ha mostrado más rácano y con algunas carencias de bulto.

Todas esas malas sensaciones de juego, que no de resultados, cristalizaron en la primera parte del duelo ante el Villarreal. La apuesta desde el banquillo y desde la alineación hacia un equipo más intenso sin balón que acertado con él derivó en un bloque sin capacidad táctica, técnica o física. Un compedio de defectos en el que la actitud competitiva no fue el menor. De ese embrollo se salió tras el penalti encajado en el primer minuto de la segunda mitad con cambios de nombres -algunos decididos como Mingueza y otros obligados como Manu Sánchez y Carlos Domínguez- y de disposición sobre el campo -con Larsen partiendo desde la banda izquierda y Cervi y el propio Mingueza jugando por dentro-.

Por lo tanto, el último duelo puede ser una metáfora de lo que va de temporada. Lo malo es que igual que lo de La Cerámica no dio para puntuar, lo sucedido a lo largo del curso no da para mantenerse.

Un punto más en casa con 6 goles

Tras los dos últimos resultados, el Celta se ha pasado a la mayoría de equipos que han logrado más réditos ejerciendo de local que de visitante. Una máxima a la que responden todos menos los colíderes Real Madrid y Girona (22 en casa y 23 fuera), Osasuna (9-10) y Rayo Vallecano (8-12). En el caso celeste, la victoria ante el Granada en Balaídos de hace dos jornadas hizo variar la tendencia previa provocada por la otra victoria de la campaña, la lograda a domicilio en el campo del Almería. Ahora, los jugadores de Rafa Benítez han conseguido 7 puntos ante su afición -1 victoria y 4 empates- y 6 de visitantes -1 victoria y 3 empates-, jugando los mismos duelos (9) en cada modalidad.

Pese a ese triunfo ‘in extremis’ de Balaídos sobre el resto de estadios en la primera vuelta -pues el partido que queda será sobre el Lagares-, el rendimiento del Celta como local sigue dejando mucho que desear. Para muestra, el botón de ser el equipo de toda Primera División que menos goles ha marcado siendo el anfitrión. Apenas seis, teniendo en cuenta que uno fue obra del defensa del Alavés Marín. Bamba y Larsen contra el Getafe, Starfelt contra el Sevilla, y Larsen de nuevo ante Cádiz y Granada son los autores de las otras cinco dianas.

Granada y Almería

El rendimiento en Balaídos sitúa al Celta como el tercer peor equipo de la Liga como local con sus 7 puntos, sólo empeorado por Granada -también 7 pero con peor gol-average por un tanto- y Almería -con 4-. Es decir, por los dos únicos equipos que no lo superan en la clasificación global y que son, a su vez, a los dos únicos que ha sido capaz de ganar en las 18 primeras jornadas.