El Celta quiere que Rubén Blanco sea su portero titular las próximas temporadas, a partir de que termine su actual cesión al Olympique de Marsella. Antes de partir rumbo a Francia el pasado verano, el mosense renovó su contrato con el club vigués hasta 2027 y la cesión al conjunto marsellés se hizo sin opción de compra, lo que ya indicaba la intención de la entidad celeste de seguir contando con el guardameta en el futuro.
Sin embargo, la presencia en el banquillo del anterior entrenador céltico, Eduardo Coudet, dejaba en el aire el regreso de Rubén tras un solo año en Francia, ya que el técnico argentino puso de manifiesto desde el primer momento su escasa confianza en el canterano y el curso pasado pidió la incorporación de Matías Dituro, que se fue al terminar su contrato de cesión pero en su lugar llegó el también argentino Agustín Marchesín.
La destitución de Coudet y el irregular rendimiento que ofreció Marchesín en las catorce primeras jornadas de Liga -hasta el parón por el Mundial de Qatar-, en las que encajó 26 goles, han aclarado notablemente el futuro de Rubén en el cuadro vigués. Así lo expresó el coordinador del primer equipo, Juan Carlos Calero, en la Junta General de Accionistas celebrada el pasado miércoles en la sede del club, en la calle Príncipe. “Algo que para nosotros es muy importante. Hemos tenido la gran fortuna de poder hacer tres renovaciones muy importantes para el futuro del club como son las de Rubén, que llamado a ser el portero nuestro próximamente. La gran renovación del buque insignia actual, como es Iago Aspas, y una renovación muy importante para el club en todos los sentidos, tanto a nivel de cantera como de primer equipo, como es Gabri Veiga”, destacó Calero, que dejó claro el interés del Celta por volver a contar con el de Mos.
Por su parte, Rubén volverá a Vigo con ilusiones renovadas, ya que en Marsella empezó jugando, pero la recuperación del también español Pau López lo ha relegado al banquillo del Olympique.
