Difícil de pronosticar el equipo del Celta que saltó al campo en el partido de ayer ante Osasuna. Muchos cambios y un tridende ofensivo casi totalmente remozado. Rafa Benítez apostó por jugar en la anterior jornada con Aspas, Douvikas y Larsen y ayer el trío escogido resultó el formado por el delantero centro noruego, acompañado en la izquierda por Luca de la Torre y en la derecha por Óscar Mingueza. Pasó de tres delanteros a un único ariete, un interior reconvertido y un lateral con más talento ofensivo que defensivo, pero que jugó de extremo.
Un cambio sustancial en los nombres y, con ellos, en la apuesta sobre el terreno de juego. El entrenador cambió a futbolistas de ataque muy claros por otros que veían adelantada su posición y, contra pronóstico, contra lógica, contra casi total esperanza, el inesperado tridente funcionó en la parcela ofensiva. Lo hizo con una eficacia tan notable que, tras el partido, resulta difícil cuestionar esta elección.
El primer tanto llega en una transición de manual, en la que hay robo en cambio propio y un primer pase hacia de la Torre, que arrancó entre unos 60 y 70 metros de la portería rival. No tocaron el balón más jugadores del Celta que los del tridente. El americano combinó con Mingueza, descolgado hacia el medio, para superar un par de oponentes y tras recibir, dio el pase a Larsen. No era del todo bueno, pero el goleador lo hizo perfecto proque envió el esférico al fondo de la portería tras dos regates.
A la jugada siguiente, el Celta robó en el centro del campo, en una altura que pocas veces lo hizo, y el esférico llegó a Mingueza, que combinó rápido con Larsen. El delantero se movió para alcanzar la línea de fondo y, desde allí, puso el pase atrás hacia la llegada de Luca de la Torre. El balón fue en ventaja para el atacante y el remate resultó bueno para enviarlo al fondo de la red.
Los dos primeros goles llegaron en combinaciones con una participación decisiva del tridente de ataque. Un trío que, salvo Larsen, resultó atípico y complicado de pronosticar. Larsen anotó su octavo gol liguero del curso y la cuenta de asistencias la elevó a tres, mientras que De la Torre estrenó su cuenta goleadora en Liga y elevó el número de pases de gol a cuatro. Ayer, resultó decisivo.
Como acostumbra ser habitual, el tridente se modificó con los cambios. El primero en retirarse fue Larsen y entró Douvikas en su lugar. Después, Mingueza pasó a lateral con la marcha del campo de Manquillo y no terminó el partido De la Torre, que fue sustituido en el minuto 85 por Manu Sánchez.
De esta manera, el tridente tendrá que esperar para mejorar sus números una semana, siempre y cuando Rafa Benítez lo mantenga en el equipo titular. Desde luego, si sólo se atiende a los números, el rendimiento resultó notable aunque más por la efectividad en las llegadas que por la cantidad de oportunidades generadas. En lo táctico, realizó un gran trabajo de desgaste.
“Los compañeros han hecho un gran trabajo en defensa”
El Celta obtuvo ayer la victoria y Jorgen Strand Larsen finalizó como el futbolista más destacado. Una distinción obtenida gracias a un tanto y una asistencia en la victoria del Celta por 0-3. “Hay que seguir así porque ha sido un partidazo de todo el equipo. Es cierto que no jugamos bien todo el partido, pero cuando metemos dos goles así rápido en un campo difícil hay que meter la defensa. Los chicos abajo, en la defensa, están trabajando muy bien y el 3-0 al final con Tasos (Douvikas), muy bien”, expresó el delantero noruego.
El futbolista admitió que el rival “achuchó” y añadió que “saben meter centros a los jugadores grandes que tienen dentro del área, pero hemos defendido muy bien atrás”.
Larsen añadió, sobre el apoyo de un grupo de seguidores del Celta, que “los aficionados son fantásticos. Esta temporada está siendo muy difícil para nosotros. Es el centenario y queremos mucho más, pero hay que trabajar como hoy todos los días y seguir así en los próximos partidos porque somos un buen equipo”.
El delantero expresó que intentarán ganar los próximos dos partidos ante Getafe y Barcelona.
