El tomiñés Pablo Durán es el único de los futbolistas del Celta que, con el paso del tiempo, recordará el partido de ayer con cariño. El delantero del filial debutó, con 21 años, con el primer equipo celeste y en Primera División, una posibilidad que parecía muy lejana cuando, hace apenas 17 meses, terminaba la temporada con el Porriño Industrial en Regional Preferente. Es decir, cuatro categorías más abajo de la que pudo disfrutar ayer.
Sorprendió que Durán fuese la primera opción de Eduardo Coudet, técnico celeste, en la recta final del partido para apostar el todo por el todo. Salió en el minuto 85 por Javi Galán y entró en contacto con el balón en cuatro ocasiones, pero sin ninguna opción de remate. En cualquier caso, el entrenador argentino ha mostrado ya en más de una ocasión que es un futbolista de su agrado y las tres bajas con las que el equipo afrontaba hoy el duelo en Almería le abrieron la puerta de la convocatoria, primero, y de las sustituciones, después.
Durán brilló en el Porriño Industrial y repitió brillo el pasado curso pero en el Compostela en Segunda Federación. El Celta lo quiso y, tras un verano algo movido, fichó hasta 2027. Con el filial, sólo ha sido titular en un partido.
