Buena parte del vestuario del Celta se reencontrará hoy con un excompañero, Óscar Rodríguez. Y es probable que no lo encuentren especialmente feliz porque si el pasado año no cumplió las expectativas con las que llegó a Vigo, en el actual todavía está dando menos rendimiento en un Getafe en el que había gozado de cierta continuidad hace tres campañas pero, claro está, sin José Bordalás en el banquillo.
A sus 25 años, el futbolista de Talavera de la Reina está teniendo menos presencia que en ningún otro momento de su carrera, incluido su paso por el Sevilla, dueño de sus derechos y que lleva dos temporadas y media cediéndolo. Cuando el Celta llega al Coliseum, el ex céltico acumula cinco jornadas de Liga sin jugar, la primera fuera de la convocatoria y las cuatro últimas pasando todo el partido en el banquillo. Así, apenas ha tenido presencia en 12 de los 23 encuentros ligueros y sólo en dos fue titular, acumulando unos pobres 310 minutos. A esta altura de curso, en el conjunto celeste llevaba 23 encuentros, 14 en el once inicial, y había marcado dos goles, por uno en el presente.
Visto lo visto, nadie espera a Óscar en el once este mediodía. Y será complicado que gane protagonismo hasta junio. Le resta un año de contrato con el Sevilla pero la cuesta abajo en un futbolista todavía joven asusta.
