Un Celta construido a mano

Kevin Vázquez, titular en el lateral derecho, ejecuta un pase mientras Cristiano Ronaldo, que jugó el primer tiempo, observa justo detrás.
photo_camera Kevin Vázquez, titular en el lateral derecho, ejecuta un pase mientras Cristiano Ronaldo, que jugó el primer tiempo, observa justo detrás.

Rafa Benítez debutó con goleada ante el Al Nassr de Cristiano en un choque marcado por la roja a un saudí en el 50

Los resultados en pretemporada sirven para poco. O eso dicen. Pero, indudablemente, es mejor ganar que perder. Sobre todo si lo haces con un 5-0 para abrir boca a la etapa de Rafa Benítez. Así ganó el Celta al Al Nassr en Faro para adjudicarse el Trofeo del Algarve. Un choque con una primera parte igualada y entretenida, con Cristiano Ronaldo en el campo, y una segunda marcada por la expulsión de Al Amri y la salida de los mejores jugadores del equipo saudí para alfombrar el camino hacia la manita céltica, con un hat-trick de Strand Larsen.

Aún en un fútbol tan cortoplacista como el actual, es bien sabido que las conclusiones tras un partido de pretemporada son pocas, muy pocas o ninguna. Cuanto más el primero de un nuevo proyecto. Pero, con todo, siempre hay cositas que llevarse a la boca. Rafa Benítez dirigió por primera vez al Celta con una apuesta por el 1-4-4-2 en cuanto al dibujo, por la alternancia entre la presión alta y el repliegue -esto evolucionará con la condición física de los futbolistas- y con la apuesta por un equipo más o menos titular en el que sobresalió la figura de Hugo Sotelo en el centro del campo -por elección y, sobre todo, por fútbol-. A partir de ahí, un decorado muy similar al del año pasado, con Beltrán dando equilibrio, Carles Pérez y De la Torre en las bandas y Paciencia -y no Larsen- arriba con Aspas. 

Enfrente estaba un equipo que demostró ser algo más que un cementerio de elefantes. Sobre todo porque, por mucha muerte de estos paquidermos que se den, un rey sigue siendo un rey. Y Cristiano Ronaldo todavía alberga ese aura tenbrosa y ese factor intimidatorio cuando entra en el área. Pero los años pasan y las ejecuciones lo notan. El fuera de serie portugués echó fuera un cabezazo en inmejorable posición dentro del área. Aidoo falló en la marca. Cosas de pretemporada. Antes, el exdelantero del Madrid cabeceó fuera otro balón con golpe posterior de Iván Villar tras una tardía salida. Cuestiones de julio. No fue la única caricia canterana que recibió el ganador de cinco balones de oro. Sotelo y Carlos Domínguez también le midieron la tibia. Eso sí, con disculpa posterior. La educación siempre por delante.

Y si el protagonista de las ocasiones en un área fue el de Madeira, en la otra fue la madera. Los dos palos de la portería de Nawaf interrumpieron el camino hacia el gol de Aspas y Carles Pérez. Como la cosa iba de exjugadores del Madrid con la 7, el moañés se inventó una cucharilla en el mano a mano con el portero tras un delicioso servicio de Sotelo. Al poste y fuera. Exactamente igual que un latigazo del catalán desde fuera del área, ya en el tramo final. Otro zambombazo desde lejos, de Talisca en el lado opuesto, encontró la respuesta de Villar. 

Acabado el primer tiempo, acabó la obligación de Cristiano. Tanto él como varios de sus compañeros no volvieron al campo. Por parte celeste, no lo hizo ninguno. Benítez cambió a los once, pero mantuvo la estructura con Swedberg y Strand Larsen armando una doble punta escandinava, Baeza junto a Tapia en el doble pivote, Gael en el centro de la zaga junto a Unai y Sergio Carreira como lateral zurdo a pierna cambiada a un gran rendimiento. 

Como ya se mentó, es complicado sacar conclusiones de las pretemporadas. Pero para Swedberg, su segundo año de celeste comenzó de forma radicalmente opuesta. Una carrera al espacio, una posición bien ganada y un derribo de Al Amri en manifiesta situación de gol. Roja. El árbitro no dudó pese a lo amistoso del partido y selló el principio del fin del Al Nassr. La salida de Brozovic y Talisca terminó de rematar al conjunto saudí. El Celta empezó a jugar a placer, con más espacios que una playa en invierno. Y como el fútbol es caprichoso, el primer gol de la era Benítez lo firmó un futbolista que el año pasado tenía ficha en el Gran Peña. Swedberg puso el córner y Gael Alonso, completamente solo, cabeceó a la escuadra. Cinco minutos después, otro testarazo trajo el segundo. En este caso de Strand Larsen, que al menos ayer, llevó la contraria a su fama de delantero peleado con el gol. 

A partir de ahí, no hubo partido. El equipo vigués se divirtió y aunque, poco exigidos, los canteranos demostraron su nivel. Miguel Rodríguez, por ejemplo, que anotó el tercero tras dos intentos desde lejos, marca de la casa. Luego, Larsen cerró su hat-trick con una buena definición en carrera y un regalo del meta saudí. Al acabar, se tiraron penaltis (4-4) en previsión de un posible triple empate con el Benfica en el torneo. Un buen primer paso para un Celta que ayer empezó a construirse a mano.

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