Carlos Salvador (Madrid, 1974) ocupa desde hace casi cuatro años el cargo de director comercial del Celta. Habla con soltura y pasión de su trabajo, defiende que la marca Celta es vendible en todo el mundo y asegura que el club no está perdiendo abonados, sino asientos. No acuchilla, pero señala.
¿Cómo ha sobrevivido la parte comercial del Celta a la pandemia?
Ha sido una situación crítica a todos los niveles. Desde el minuto 1 en que se para la Liga, dejan de entrar espectadores, se desconectan ciertas cosas que son la base del espectáculo y empieza a haber fallos.
No se puede cumplir con los contratos con patrocinadores, con proveedores y con los propios abonados. Hay dos partidas críticas para nosotros. Una es la televisión y, en el momento que se para la Liga, estos ingresos se ven afectados. Y, por otro lado, el mercado de compra venta de jugadores. Desde el área comercial nos implica un mayor desgaste porque gran parte de los patrocinadores que tenemos están vinculados a la hostelería y se ven muy afectados por el cierre.
No podemos más que empatizar con ellos. Si en otras épocas quizás nos han apoyado un poco más, en ésta hemos hecho nosotros un poco más por mantenerlos. Y en otros casos no hemos podido completar las contraprestaciones que teníamos firmadas y lo hemos cambiado por tener otro tipo de contenidos, trabajando mucho toda la parte digital.
¿Se ha recuperado ya el ritmo previo?
Vamos evolucionando día a día. Desde el parón, trabajamos en diferentes escenarios de cómo va a ser la vuelta. Todos éramos conscientes de que muchas de las medidas que se iban a implementar venían para quedarse. Ha venido bien para desarrollar proyectos que tenías a medias, sobre todo en los casos de digitilización: contenidos a través de redes pero también la parte de gestión, con el ticketing, abonados, facturación…
También queremos entender a nuestros aficionados más mayores e incluso empresas más pequeñas que no están tan habituados a estos productos. Prácticamente ahora el club es digital, la sede lo es. Vamos progresivamente, al mismo nivel que la sociedad. Paso a paso todavía. No podemos olvidar que seguimos en una situación crítica sanitaria pero con la vacunación hemos avanzado bastante. Estamos cerca de lo que había antes pero con unas nuevas formas.
Si enfocamos demasiado a temas internacionales se puede perder la atención a los abonados. ¿El Celta tiene previsto acercarse más o cree que el trato es ya el ideal?
El ideal, no. Trabajamos todos los días y ponemos mucho esfuerzo en satisfacer las demandas de nuestros abonados. Y no sólo de ellos, que son los que pueden ir al campo, sino de todos nuestros aficionados.
Mantener al equipo en donde está, con 10 años seguidos en Primera, requiere muchos esfuerzos que muchas veces es complicado de compatibilizar con los intereses de los abonados. Sobre todo, en una situación como la pandemia y la postpandemia. Además, nuestro estadio está en obras, tiene una reducción de aforo...
Son muchos factores y mucha incertidumbre externa que frena todo lo que puedes trabajar con tiempo para una situación óptima del abonado, incluso hablándolo con las peñas. Sabemos lo que quieren nuestros abonados. De ese ranking de deseos, tratamos de cumplir lo máximo posible. Por otro lado, el abonado disfruta en Balaídos cada dos semanas de un partido top de la Liga. Es una experiencia y un espectáculo inigualable.
Si bien es cierto que no tenemos el estadio que a todos nos gustaría. Todos vemos con envidia un San Mamés, un Metropolitano, las obras del Bernabéu... Y después vamos a nuestro estadio. Hablo como aficionado: si llueve me mojo y para aparcar las paso canutas. Muchas complicaciones.
¿Temen que esas complicaciones no acaben ni cuando se termine la reforma?
Espero que sí, a nivel particular. La realidad es que hoy tenemos lo que tenemos. Una ciudad deportiva que ya se está disfrutando en una primera fase. Gran parte del éxito del equipo el año pasado, además de la llegada del Chacho, en mi opinión coincide con el estreno de las nuevas instalaciones, más el esfuerzo en el cuidado físico de los jugadores.
Eso se ve en el rendimiento. Esa misma parte es la que queremos todos los aficionados en Balaídos. En el año 2021, asistir a ver a tu Celta ante un Real Madrid que factura 600 millones de euros al año y tener ese estadio… Es mejorable.
¿Habrá nuevas altas esta temporada?
No lo sé. Estamos trabajando en censar todos los abonados que tenemos. Una vez que se estabiliza la situación con el 100% del aforo, tratando de reubicar teniendo en cuenta todavía las obras. Con la restricción de aforo por pandemia y obra, el aficionado ha sufrido mucho. Todo se ha complicado. Si ahora encontramos esta estabilidad, podemos contar, ver la situación de todo, no sólo del abonado individual, sino también de colectivos.
El Celta, al contrario de lo que mucha gente pueda opinar, no es que esté perdiendo abonados, realmente lo que pierde son butacas, aforo. Aficionados ganamos casi todos los días, porque lo vemos en seguidores y las muestras de cariño son grandes. Pero las butacas disponibles y en condiciones óptimas para ir a ver al Celta a Balaídos son las que son.
