Celta - Las Palmas

Balaídos cantó la Rianxeira en la goleada del Celta a Las Palmas (4-1)

Aspas celebra el último gol con Douvikas y más compañeros. // J.V. Landín
photo_camera Aspas celebra el último gol con Douvikas y más compañeros. // J.V. Landín
Los celestes brindaron por primera vez a la afición un triunfo sin agobios, aunque con remontada. Aspas participó en todos los goles: dos tantos y otras tantas asistencias

El Celta del presente y del futuro goleó a Las Palmas (4-1). Pudo ser diferente si en la primera errática media hora los canarios hubiesen sentenciado a los locales. Al final, los pupilos de Claudio Giráldez remontaron en el tramo final de la primera mitad y desplegaron un fútbol arrollador en la segunda parte.

Los jugadores del Celta, los mismos que tenía a su disposición Rafa Benítez, demostraron que saben jugar a otro tipo de fútbol, más valiente y no tan rácano. Hoy no les hizo falta la posesión; castigaron a un rival muy técnico, aunque endeble en defensa, a base de contragolpes fugaces y eficaces.

Iago Aspas, con dos goles y dos asistencias, participó en todos los tantos celestes. Fue el hombre del partido junto al despliegue de Mingueza, la capitanía, literal, de Carlos Domínguez, en el centro de la zaga, la media hora de Douvikas o las titularidades de Carles Pérez y Williot Swedberg. El sueco marcó de nuevo, su cuarto tanto en esta liga, en poco más de 160 minutos de juego. Esta vez por primera vez como titular. El otro gol lo metió el griego, que también cedió uno al mago de Moaña y marcó otro en posición de fuera de juego.

La afición concluyó el encuentro con una sonrisa y sin agobios por primera vez en mucho tiempo, coreando el himno del centenario y la Rianxeira, además del nombre de Claudio Giráldez. El protagonista de la semana y quién sabe si el héroe del celtismo, por su renovación y por volver a hacer jugar al fútbol al Celta.

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