El Celta, sin fuerza y sin balón

Carles Pérez lo intentó por su banda, pero sin demasiado éxito.
photo_camera Carles Pérez lo intentó por su banda, pero sin demasiado éxito.

El Celta sigue haciendo méritos para caer al pozo y ayer firmó un partido desastroso ante un Cádiz que, al contrario de lo que le sucede al conjunto vigués, sabe a lo que juega. Los celestes cedieron el balón al rival en la primera parte y no consiguieron ganar ningún duelo. Sólo la entrada de Aspas y Mingueza dio algo de sentido al equipo durante unos minutos, pero los gaditanos se defendieron con orden.

 

Con el mismo once

No muy dado a repetir alineaciones, Carlos Carvalhal apostó ayer en el Nuevo Mirandilla por el mismo once que empató en la jornada anterior con el Girona. Pese a su lesión en la mano, Hugo Mallo volvió al lateral derecho; en el centro del campo, Óscar acompañó a Tapia y Gabri Veiga y en ataque, el costado izquierdo fue para el canterano Miguel Rodríguez.

 

Cinco minutos de ilusión

El Celta entró bien en el partido, con un robo de Tapia seguido de un disparo ligeramente desviado y una carrera de Carles Pérez con remate que detuvo Ledesma. Pero esas buenas sensaciones duraron apenas cinco minutos.

 

Y 45 de caos

Tras los compases iniciales, el Cádiz se hizo con la pelota y el Celta entró en pánico. Hasta el descanso, los jugadores celestes perdieron casi todos los duelos y se quitaron el balón de encima como si quemara, sin mostrar ninguna capacidad para combinar o superar líneas más allá de alguna acción aislada de Gabri Veiga o Carles Pérez.

 

VAR salvador

El equipo vigués consiguió terminar la primera parte sin encajar un gol gracias a la intervención del VAR. En el minuto 33, De Burgos Bengoetxea señaló penalti tras una caída de Bongonda dentro del área ante Javi Galán, que además ya había visto una amarilla. Tras consultar el vídeo, el árbitro vasco rectificó. En el 40, Lozano adelantó al Cádiz en el marcador con un doble remate, pero el gol fue anulado por un fuera de juego anterior.

 

En pánico

El paso por los vestuarios no mejoró un ápice a un Celta que pareció entrar en pánico ante la presión gaditana. En el 53, la defensa celeste dejó a Escalante maniobrar en la frontal del área y el jugador local cedió a Rubén Sobrino, que firmó el 1-0.

Triple cambio

Tras el gol, Carvalhal reaccionó con un triple cambio. Entraron Mingueza, Aspas y Paciencia por Hugo Mallo, Óscar y Larsen, y el Celta consiguió al fin manejar el balón con criterio. Ledesma detuvo un cabezazo de Paciencia en la mejor ocasión de los celestes.

 

Épica imposible

El Celta apeló a la épica en los últimos minutos, pero no pudo volver a generar una sola jugada de peligro y, por el contrario, el Cádiz dispuso de alguna oportunidad para sentenciar el encuentro. 

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