Como el cemento. Así se mostró ayer el Celta Fortuna en Fuenlabrada, donde defendió con éxito el liderato alcanzado la semana pasada para demostrar que su condición de mariscal de la competición es sólida. Un triunfo de equipo maduro, con oficio y con conocimiento de las diferentes fases del juego es el que permite a los pupilos de Claudio Giráldez marcharse de vacaciones en primera posición.
Todo tras una primera parte más que discreta del filial céltico. No obstante, con la línea de centrales compuesta por Javi Rodríguez, Yoel y Manu Fernández a gran nivel, el Fuenlabrada no inquietó demasiado a un César que volvió a mostrar dudas en las salidas. Una vez minimizados los daños recibidos era el turno de maximizar los infligidos. Y en un saque rápido de falta, Damián encontró a Joel López en la profundidad para un centro que se introdujo en su propia portería David Alba cuando lo intentó despejar.
El gol dio poso al Fortuna, mucho más calmado en la segunda mitad. De hecho, el filial dominó más con balón ante un Fuenlabrada que solo tenía el balón parado como arma reseñable. Pablo Durán falló un claro mano a mano con Belman. Pero, a la segunda, no perdonó. El delantero de Tomiño superó con un sutil toque la salida del meta local tras un envío magnífico de Javi Rueda, que regresaba tras superar una lesión para ayudar al líder.
