El Celta Fortuna se estrena en casa

Fútbol | Primera Federación

El Celta B fue superior al Amorebieta para lograr la primera victoria en casa y salir de descenso

Publicado: 14 oct 2024 - 09:26 Actualizado: 14 oct 2024 - 10:04

Gael Alonso discute un balón aéreo con Julen Jon Guerrero durante la tarde de ayer en Balaídos.
Gael Alonso discute un balón aéreo con Julen Jon Guerrero durante la tarde de ayer en Balaídos.

Ante un rival que no haría daño ni a una mosca, el Celta B se llenó ayer de buenas noticias. Un ejercicio de positivismo siempre bien recibido, más en un equipo que sigue creciendo y al que los marcadores le han torcido el gesto demasiado en este arranque de temporada. Ayer, sin embargo, sumó su segunda victoria, la primera en casa, y salió de puestos de descenso, para ganar tranquilidad. Y lo hizo porque fue mejor que un Amorebieta con calidad pero sin armas, un interesante amago de equipo por cuajar que dio más sensación de poco resolutivo en las áreas que un filial que, además, tiró en el once de juventud.

Porque otra buena noticia es que la apuesta de Fredi Álvarez, ausente del banquillo ayer por sanción, por Ángel Arcos y, sobre todo, Iago Barreiros -en su primera titularidad- en el ataque acabó resultando. Desde su juventud, dejaron en el banquillo a los fichajes Johan y Escobar, aunque este último, que viene de lesión con una recuperación pausada, se reivindicó en la segunda parte en cuanto tuvo oportunidad. Y no sólo por el gol, sino por muchas cosas más.

Consideraba la plantilla del filial que el fútbol iba a acabar por darle la razón. Y salió a jugar con esa convicción ante un rival que huye del estereotipo vasco. Julen Guerrero quiere un equipo que disfrute con balón y partió con un dibujo espejo de tres centrales y dos mediocentros. El Celta B empezó agarrándose en la ofensiva a la zurda de Fer López, que a sus 20 años era el más maduro de los atacantes celestes ayer. Arcos tiene 18 y Barreiros, 16. Cuando el Amorebieta pareció estirarse, dejando aparecer a Guerrero júnior y a Hervías, apareció el espigado centrocampista. Tras una continuidad al límite de Tincho, Gael Alonso encontró entre líneas a Fer. Y éste trazó una inteligente pared con Barreiros, quien se movió con calidad. El disparo de zurda del abuelo de los dos no parecía matador, pero Marino no lo supo tapar.

Ya estaba convencido el marcador. O parecía estarlo. Porque como el Amorebieta era incapaz de hacer daño, la mala suerte provocó que se lo autoinfrigiese el filial. Un centro de Hervías al área bastó para que Yoel Lago batiese a su propio portero al querer despejar.

El único enemigo resolutivo que tenía el filial entonces era su propio temor a no ganar de nuevo. Lo bueno es que la salida de vestuarios tras el descanso, siempre anímica, se vio acompañada del segundo gol. En una circulación al borde del área vasca, Tincho apareció con su habitual caída hacia dentro desde su teórico puesto de carrilero. Se animó el canterano a golpear y otra vez Marino se mostró poco acertado.

Quiso ir el Amorebieta a por el partido. Con cambios de nombres primero, con presión alta después y con cambio táctico -de tres a dos centrales- al final. Nada resultó. Al Celta B le vino muy bien la salida de Jordi Escobar, que se ofreció como faro de referencia para la salida. Y, pese a la lesión de De la Iglesia y a que ni Fer López ni Miguel Román acertaron a sentenciar en sendas ocasiones, el partido nunca dudó de entregarse a los celestes. Lo cerró Escobar con un buen gol. Una buena noticia más para un futbolista que apunta a ser clave esta temporada.

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