El Celta femenino, a largo plazo

El Celta, uno de los pocos clubes de Primera División que carecen de sección femenina, no tiene prisa por crear un equipo de jugadoras que porte su escudo y su camiseta. El presidente de la entidad celeste, Carlos Mouriño, vinculó ayer la puesta en marcha de un Celta femenino a la finalización de la ciudad deportiva Afouteza, en Mos, ya que, según dijo, de esta manera dedicaría las instalaciones de A Madroa a las mujeres para generar un proyecto desde la base.

Durante su intervención en ‘Pro Foro Industria y Deporte’, una iniciativa del diario deportivo “As”, Mouriño fue cuestionado sobre la implicación del Celta en el fútbol femenino y respondió que “no tenemos equipo femenino porque tenemos una concepción totalmente distinta de lo que queremos hacer. A mí me sería muy fácil, como presidente del Celta y con esas cuenta saneadas de las que podemos presumir, dar una cantidad de dinero a un equipo para que le ponga el nombre Cualquiera-Real Club Celta. Sería una cosa tremendamente fácil. Pero creo que así no ayudaríamos al fútbol femenino”.

El presidente céltico explicó que “nuestro proyecto es que el fútbol femenino pueda crecer desde abajo, exactamente igual que nuestras canteras en el masculino. Por lo tanto, nosotros queremos terminar esta ciudad deportiva y dejar toda la ciudad deportiva que tenemos ahora (A Madroa) precisamente para el fútbol femenino. Creemos que eso sí es ayudarlo y que eso sí es igualdad, y no poner un nombre por poner y no trabajar con la base”.

“Nuestro proyecto es que nuestro equipo nazca de nuestras propias jugadoras y que vayan ascendiendo todas las categorías. Y no sólo eso, sino que sirvan esas categorías y esa base para surtir al resto de los equipos de la comarca”, añadió el dirigente celeste, que apuntó que “es muy difícil que nosotros podamos pensar de otra forma, dado que no hay categorías o divisiones como en los chicos, sino que una niña de dieciséis años juega con una de treinta. No tenemos las categorías establecidas y eso es lo que queremos hacer: trabajar desde la base para que puedan competir después en igualdad”.

“Por tener un nombre y decir que tenemos un equipo de fútbol no queremos perder el objetivo. No nos vamos a engañar a nosotros mismos justificándonos, sabiendo que eso no es lo que deberíamos hacer”, concluyó Mouriño.

Economía y sentimiento

El presidente del Celta presentó de nuevo el proyecto Galicia Sports 360 y defendió la necesidad de gestionar un club de fútbol con criterios estrictamente empresariales. “Recuerdo que cuando empecé hace dieciséis años, dije que la única manera de salvar al Celta como club deportivo era bajo una gestión 100 por 100 empresarial y recibí múltiples protestas y quejas de los aficionados, que decían que dónde dejábamos el sentimiento, que era lo más importante. Y, efectivamente, el sentimiento es tremendamente importante, pero si no lo sostienes sobre algo económico que le dé solidez al club, es muy difícil. Hoy en día, el sentimiento tiene que mantenerse, pero no podemos dejar de pensar en que al final, y sobre todo con los parámetros que se marcan ahora en la Liga, en los controles económicos, etc, si no consigues más recursos estás muy limitado para poder desarrollar la parte deportiva”, explicó Carlos Mouriño.

“Ahora se va entendiendo. Nosotros hablamos de factoría del deporte y lo hacemos un poco más especial porque no queremos dedicarnos solamente al fútbol. Cuando hablamos de factoría del deporte, hablamos de todos los deportes sin excepción, para llevar nuestra tecnología, nuestra investigación. Hablamos del deporte de ocio, de laboratorio, del deporte en general, y luego esto lo vamos bajando a todos los niveles para poder ayudar al deporte en Galicia”, añadió.

"Recibimos muchas críticas por arreglar los campos de la cantera"

Carlos Mouriño recordó en el foro de ayer la puesta del Celta por la cantera, que, según dijo, quiere trasladar al fútbol femenino. “Recibimos muchísimas críticas cuando en esos momentos malos -que teníamos el equipo en Segunda División y no teníamos nada de dinero, con el club a punto de desaparecer- nos dedicamos a preparar los campos en los que jugaba la cantera, que eran de tierra cuando nos hicimos cargo del club, y creíamos que ese era el nicho que teníamos que explotar: la cantera”, explicó el presidente del Celta, que resaltó que “con un promedio de siete u ocho chicos de la cantera conseguimos subir. Con esos mismos siete u ocho chicos casi no nos da y estuvimos a punto de descender, y entonces tuvimos que hacer una mezcla que sigue a día de hoy. Fue una apuesta muy fuerte y es la que queremos hacer con las niñas”.