El Celta registró pérdidas récord y se embolsa 30 millones por la venta de Gabri Veiga

Sede del Celta.
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La partida de ingresos más importante sigue siendo los derechos por retransmisión, pese a que continúa su tendencia a la baja por los malos resultados de los últimos años

Las cuentas del centenario del Celta, que serán presentadas para su aprobación -segura, dado el peso accionarial del grupo GES- en la junta de accionistas del próximo 12 de diciembre, son un reflejo de ese espíritu de celebración con cifras récord tanto en lo negativo, con una mayor alegría en el gasto el ejercicio pasado, como en lo positivo, con el presupuesto más alto de la historia para la campaña en curso. Traducido a números, se presentan 13,3 millones de pérdidas y 103 millones de ingresos previstos para un ligero resultado positivo de 1,2.

 

 

La cuestión deportiva, como suele suceder, marca las cifras. En las del curso pasado, porque el gasto en sueldos de la plantilla deportiva se fue a 45,6 millones y otros 10,6 consignados como gastos de adquisición de jugadores y se disparan los gastos de explotación a 31,1 millones por los 16,7 previstos. En cuanto a los ingresos, la partida más importante sigue siendo la referida a los derechos de televisión, con 51,2 millones. Después, el traspaso de jugadores (13,7) y, en tercer lugar, los 10,5 millones de patrocinios.

Esos 13,7 millones de traspasos proceden de las ventas de Javi Galán, Orbelín Pineda y Gabriel ‘Toro’ Fernández, que se fueron a los 21,7 millones. Pero a dicha cantidad hay que restar lo gastado en compras de futbolistas.

Como es lógico dada la cantidad, la venta de Gabri Veiga al Al-Ahli de Arabia Saudí sobrevuela las cuentas y aterriza en el presupuesto 23/24 para llevarlo a ese récord de superar los 100 millones. En concreto, la operación se cerró en 30 millones en varios pagos y con posibilidad de crecer por algún complemento. 30,6 es la cantidad que figura en la previsión de esta temporada para el traspaso de jugadores, pero no todo se corresponde al traspaso del canterano -hubo otras posteriores al cierre como la de Rubén Blanco-, ya que además éste se ha pactado a varios pagos. En cualquier caso, ese colchón ha permitido ser optimista.

Eso sí, ese presupuesto también ajusta mucho las ganancias en el resultado final (1,2 millones) por esa apuesta por el ámbito deportivo que abandera la nueva presidenta, Marián Mouriño, y que lleva a que se prevean como gasto de salarios en la plantilla más de 51 millones de euros -por los 45,6 del pasado curso-. La cifra, que engloba a jugadores y cuerpo técnico, se dispara y también se esperan subidas en abonados y socios -de 4,1 a 5,6- y en publicidad -de 10,5 a 12,5-. Lo que se reduce, como viene siendo norma en los últimos años debido, entre otros factores, a los puestos finales en las ligas de los últimos años, es el dinero de la televisión, quedándose en 48 millones.

En una mirada global, los 13,3 millones no son un problema de consistencia económica porque los fondos propios son de 63 millones y la tesorería sigue en los 26,5. Aunque el club estima recuperar los resultados positivos de forma sostenida en los próximos años. La apuesta por lo deportivo ha supuesto, por ejemplo, que se haya agotado el 15% del fondo CVC que se permite utilizar para la compra de futbolistas. En total, el fondo era de 86 millones, de los que ya se han gastado 46 y restan 40, que se destinarán en su totalidad a infraestructuras.

Todo lo expuesto denota que se mantiene la buena salud económica, pese a las pérdidas.

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