De nuevo tropezó el Celta Fortuna en la misma piedra. Igual que le pasó la semana pasada ante el Cornellà en Balaídos, el filial céltico volvió a desperdiciar ayer una ventaja obtenida en el primer tiempo para volver a casa sin una victoria. En este caso, al menos, el equipo de Claudio Giráldez rescató un punto de su visita ante el Rayo Majadahonda. Un empate amargo porque llegó con un gol de Hermoso en el minuto 89, cuando el encuentro ya languidecía en el Cerro del Espino.
Fue el desenlace amargo para los visitantes y feliz para los locales, que, no obstante, lo intentaron con muchas ganas en varias fases del partido. Sobre todo en una segunda mitad en la que el Fortuna volvió a pecar de falta de oficio y de determinación para blindar la ventaja cosechada por Alfon en la primera mitad.
El albaceteño marcó la diferencia como se espera de él gracias a un sensacional disparo desde la frontal directo a la red de la portería. La situación la generó la inteligencia táctica de Raúl Blanco, que robó la pelota al conjunto madrileño en su salida de balón y se la dejó con ventaja a su compañero en el balcón del área.
Fue, precisamente, el jugador moañés el que había tenido la mejor situación antes del tanto céltico. Un penalti que el guardameta Dani Martín intuyó. Raúl chutó a su derecha, a media altura, y el arquero se quedó el disparo. Con dos goles arriba, el segundo tiempo se habría encarado con mayor tranquilidad.
