Pueden no parecer demasiado cuatro goles a lo largo de una temporada. Pero para un equipo como el Cádiz, el menos realizador de la Liga junto al Elche con sólo 28 dianas, son oro puro y encumbran al que es su pichichi en la competición doméstica, el excéltico Theo Bongonda. Fueron dos temporadas y media, desde enero de 2015 hasta junio de 2017, las que el belga pasó en Vigo madurando como futbolista antes de dar un paso atrás, regresando a Bélgica, para coger carrerilla y regresar a su mejor nivel en el Zulte Waregen y en el Genk. De allí regresó a la Liga el pasado verano para firmar por el conjunto gaditano hasta 2026.
Al Cádiz, rival celeste mañana, le ha faltado un referente ofensivo. La mejor muestra es que hasta el doblete de Bongonda al Valladolid en el duelo clave ante el Valladolid de hace dos jornadas en el Nuevo Mirandilla, en cabeza de los goleadores seguía el coruñés Lucas Pérez, con sus tres dianas anotadas antes de fichar por el Deportivo el pasado mes enero. Nadie había logrado superarle y sólo lo igualaron tres mediocentros como Álex Fernández, Rubén Alcaraz y Gonzalo Escalante, y un delantero, Sergi Guardiola. Los otros arietes de la plantilla, todavía han sido más escuetos: dos goles Rubén Sobrino y uno Álvaro Negredo, Anthony Lozano y Chris Ramos, este último recuperado del Lugo en enero.
En el Celta la imagen que se tiene de Bongonda no es la de un goleador. En Vigo su tope fueron los dos goles que anotó en las otras tantas campañas que completó como céltico. Sin embargo, en la liga belga sí que ha visto puerta con facilidad en los últimos años: 12 goles en la 21-22, 16 en la 20/21 o 14 en la 18/19. Ahora, parte como principal baza ofensiva del Cádiz ante un Celta que haría bien en estar pendiente de sus carreras y de sus golpeos con la izquierda jugando a pierna cambiada.
