El Celta se ilusiona con la Copa seis años después

El Celta se abre paso en la Copa del Rey. Por primera vez en seis años, el conjunto vigués se clasifica para octavos de final. El pase llegó tras una trabajada victoria en Amorebieta, donde tuvo que remontar en un barrizal que recordó al fútbol de la década de los 80. Un doblete de Douvikas, el debut goleador de Jailson y un tanto de Miguel Rodríguez (2-4).

El partido se dividió en dos fases. Una primera mitad para los locales, superiores tras el gol tempranero de Miguel, que consiguieron marcharse por encima del marcador al descanso. Estaban mejor plantados, sabían lo que hacían y ganaban en intensidad al equipo de Rafa Benítez. El guion cambió en la segunda mitad, en la que el Celta sí demostró el salto de categoría. La remontada estuvo liderada por la pareja estelar que conformaron Douvikas, con dos goles y una asistencia, y el león de Redondela, con gol y asistencia.

Benítez dio entrada a menos habituales y varios de ellos respondieron satisfactoriamente bajo unas condiciones desfavorables para los dos equipos. Iván Villar en la portería, Sotelo en la manija del medio del campo, con y sin balón, Williot Swedberg, con fantásticas galopadas, y De La Torre de enlaces, y el ariete griego y redondelano ofrecieron buenos minutos y rendimiento, especialmente los dos últimos, que exigen más minutos. Douvikas reconfirmó su buen idilio con el gol (es el pichichi de la competición copera con 4 dianas) y Miguel demostró la condición de diamante en bruto.

Ahora, el bombo del sorteo de octavos del lunes decidirá si la Copa vuelve a Balaídos por primera vez desde 2018. En el torneo del ko ya solo quedan los 16 mejores y uno de ellos es el Celta.