Algo cansado me levanto la mañana de año nuevo, uno enero, ya no hay ruido en las calles, no se escucha música, ni fiesta de ningún tipo. Apenas queda la comida que por pesada aun estamos digiriendo. Tenemos las sensaciones de haber pasado un año malo, y ante nuestros pies se presenta un año por escribir.
Especialmente me veo en la ardua tarea de terminar dos libros que tengo en mis archivos, y un tercero que deseo sacar este año. Así pues, reviso mi libro El Círculo, Las Leyes de la Vida y veo marcado en él. Como afrontar las metas, los lastres, y una serie de reglas para alcanzar la felicidad y éxito en la vida. Comienzo por leerlo, me gusta hace gracias leerme yo mismo, me agrada la sensación de Éxito. Es normal, soy mortal, y la inmortalidad es algo que nos atrae. Por otro lado, he decidido seguir mis reglas. Ser un fiel ejemplo de mi libro, y pensar que cuando algo puede salir mal, también puede salir bien.
Atrás quedó un año que ya no podemos remediar, y sólo nos queda vivir el presente. Afrontar cada día como si fuera el último, y vivir cada momento como si nunca fuese a pasar de nuevo. Aspirar a ser lo mejor que podamos ser, y vivir lo mejor que podamos vivir, claro está sin perjudicar a los demás.
Ser positivo ante la adversidad es el lema. No quedarse a llorar porque las cosas no salen como uno quiere. Caer está permitido, levantarse es obligatorio Proverbio Ruso. Esta máxima debe seguirnos este año, debe ser nuestra cabecera, lo primero que ves y meditas por las mañanas, y lo último al acostarte.
Deja que el pensamiento positivo engalane tu mente, que todas las mañanas sean un festival de felicidad, aprende las leyes de la vida, y vive conforme a ellas.Se Feliz.
