Carrero reclama ayuda "a todos" para gobernar en A Guarda

Roberto Carrero, alcalde de A Guarda en minoría.
photo_camera Roberto Carrero, alcalde de A Guarda en minoría.
El PP recupera con un equipo una minoría el gobierno local después de años de alcaldes socialistas en la villa de A Guarda

Al minuto: Los actos de investidura en los ayuntamientos en Atlántico


Después de varios años consecutivos en la oposición, el Partido Popular ha vuelto al poder municipal en A Guarda gracias a la mayoría simple conseguida por Roberto Álvarez Carrero (ocho concejales) y al desencuentro en la izquierda, que sumaba uno más y podía en teoría articular una mayoría absoluta alternativa, pero que no se puso de acuerdo desde el minuto 1, como le reprochó el ya exalcalde socialista Antonio Lomba (tres concejales) al candidato del BNG (cinco). El noveno sería Rodríguez Fariñas, de Espazo Común, que mantuvo conversaciones para un pacto con el PP que garantizaría estabilidad y que tampoco fue adelante. El resultado, y así lo dijo Carrero tras su proclamación, es un gobierno en minoría que necesitará “de todos” para poder sacar adelante las propuestas y proyectos para la villa. 

Para que digan que la política no interesa: el salón de plenos del moderno consistorio guardés se quedó más que pequeño para dar entrada a unas 300 personas que siguieron con enorme interés y respeto la investidura, sin más incidentes que los inevitables móviles sonando en medio del silencio. Unos 45 minutos duró la sesión, celebrada sin el más mínimo problema. Había pocas dudas antes de iniciarse el pleno y todo parecía claro: el PP iba a conseguir recuperar la alcaldía gracias a ser la fuerza más votada, aunque sin mayoría absoluta, al no haber un gobierno a tres alternativo. Tampoco se pudo formar un acuerdo entre PP y Espazo Común, según el líder municipal de los populares “porque las peticiones de Rodríguez Fariñas eran imposibles de aceptar”. El propio Fariñas, que presidía la mesa de edad, aseguró en su turno que eso no era así en absoluto. 

Pero así quedaron las cosas: cada grupo decidió votarse a sí mismo y en ese caso el resultado era el conocido por todos, con Carrero como nuevo alcalde de A Guarda. El alcalde saliente, Lomba, admitió en su despedida el mal resultado obtenido y se mostró sorprendido por que el BNG no hubiera intentado una alternativa. Nada dijo en ningún momento el portavoz nacionalista, que prefirió guardar silencio. No fue el caso de Fariñas, quien aseguró que iba a hacer lo que había dicho en los medios y en la calle: votarse a sí mismo, lo que garantizaba que el PP obtendría la Alcaldía. Y así fue: votación, cada uno al suyo, y los ocho concejales populares convirtieron a Roberto Carrero en el nuevo regidor guardés. 

Antes y después de su toma de posesión habló de que su proyecto era “poner A Guarda en el mapa, el de Galicia, de España y de la UE” y que eso pasa por conseguir más trabajo y ganar población “para que los jóvenes tengan un futuro aquí”, subrayó. El nuevo regidor reconoció que inicia un camino complicado “con una espada de Damocles encima”, que no es otra que la mayoría de la izquierda, hoy desunida, que puede impedir aprobar presupuestos y propuestas que salgan de su gobierno. Pidió unión, consensos y acuerdos. Veremos. Como anécdota, a la hora de tomar posesión, todos los concejales del PP y el PSOE utilizaron la fórmula ortodoxa de jurar o prometer la Constitución, mientras que los del BNG hicieron una suya propia colocando a Galicia y “a veciñanza”. El Tribunal Constitucional ha dictado sentencia diciendo que vale todo vale. Y así fue.

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