El presunto autor de la muerte de un vecino de A Guarda en septiembre del año pasado fue detenido por la Guarda Nacional Republicana (GNR) en la localidad portuguesa de Vila Praia de Âncora, en el cercano municipio de Caminha. El sospechoso, de 24 años de edad, es de nacionalidad portuguesa y fue localizado por dos agentes caminando por el entro de la localidad. Está investigado por homicidio.
El hombre fue reconocido el pasado sábado por la patrulla de la GNR que se encontraba en la zona, ya que sobre él pesaba una orden europea de detención. El detenido fue trasladado al Tribunal de Relaçao de Guimaraes, que ordenó la prisión preventiva y su entrega a la Policía Judiciaria de Oporto para su posterior entrega a la Guardia Civil, encargada de la investigación.
Este operativo contó con el apoyo del gabinete nacional del Sirene (solicitud de información complementaria a la entrada nacional) por el que se comunican las órdenes de detenciones europeas y del Centro de Cooperación Policial y Aduanera de Tui.
El suceso tuvo lugar el 19 de septiembre en el domicilio de la víctima en A Guarda, donde supuestamente el detenido propinó una brutal paliza a la víctima, que sufrió graves lesiones, algunas originadas por golpes con un objeto contundente.
El fallecido, de 54 años, fue internado en el hospital Álvaro Cunqueiro, donde falleció dos días después. En la misma pelea otras dos personas de la misma familia que el fallecido sufrieron diferentes lesiones. Desde un primer momento, el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil sospechó que podría tratarse de un ajuste de cuentas relacionado con el “trapicheo” y barajaba la posibilidad de que el autor de la paliza era un ciudadano portugués.
Según testimonios recabados, el fallecido y su hermano pertenecen a una familia de la toda la vida de A Guarda, y ellos dos estarían vinculados al mundo de las drogas. Hoy está previsto que se le realice la autopsia a la víctima que habrían ingresado en el centro hospitalario en estado muy grave después de haber recibido golpes contundentes, algunos con algún tipo de objeto. La trifulca dejó además otros dos heridos de consideración, ambos familiares de la víctima. Uno de ellos también ingresado en el hospital vigués y otro, con una mano fracturada.
La víctima trabajaba junto con su hermano de forma eventual como “gorrilla” en la zona centro de la villa. Así lo atestiguaron varias personas que apuntaban a que “lo hacían para obtener conseguir algo de dinero para consumir droga cuando no tenían”. Todos los inquiridos en su momento coincidían en señalar que la reyerta fue motivada desacuerdos relacionados con la “mercancía”, en referencia a sustancias estupefacientes.
