Alumnos discapacitados intelectuales del centro Juan María opositaron ayer en Madrid
Cinco meses hincando los codos para presentarse ayer a las oposiciones en Madrid. Cuatro alumnos del Centro de Educación Especial Juan María de Parada (Nigrán) aspiran a cubrir la única plaza de ordenanza reservada para personas con discapacidad intelectual en alguna de las administraciones del estado en Vigo, previsiblemente en Hacienda. Treinta pontevedreses con las mismas condiciones competían por ella, además, otros setenta gallegos se examinaron para el puesto en Ourense y A Coruña (en total , eran 15 ofertas para toda España).
Es la primera vez que alumnos del Juan María se presentan a unas oposiciones y Mari Santos, su directora del Centro Ocupacional y de Día, está convencida de que muchos más se animarán en la próxima convocatoria al tener ya como referentes a sus compañeros Horacio Peláez, Miguel Pazo, Christian Fernández y Vanesa Gómez. Los cuatro, de entre 23 y 36 años, salieron muy contentos del examen en la facultad de Ciencas de la Información de Madrid, este consistía en 10 preguntas tipo test relativas a la administración y una pueba escrita sobre habilidades relativas a la función de ordenanza (comunicativas, por ejemplo).
"Primero se hace una evaluación de sus habilidades, pero lo fundamental es que el alumno quiera presentarse, y este era el caso de los cuatro, por eso estuvimos durante cinco meses preparando estos exámenes", explica Mari. Este tipo de oposiciones específicas para discapacitados intelectuales no es nada común, por lo que no dudaron en aprovechar la oportunidad. "Es muy importante que accedan al mercado laboral, generalmente solo tienen contratos eventuales. Además, uno de los handicaps más grandes es que cuando adquieren un trabajo, aunque sea temporal, pierden la plaza en el centro, por lo que muchas familias no se animan a que sus hijos trabajen", explica.
"Estudié mucho, hasta los fines de semana", confiesa el gondomareño Horacio, que ya pudo ejercer en una ocasión como reponedor de supermercado. A su lado está Miguel, quien actualmente trabaja en prácticas en Coren, él admite que el examen "no fue fácil" y que estaba "bastante nervioso", sin embargo, a Christian le pareció "muy sencillo". "Me gustaría tener mi propia independencia económica", añade Vanesa.
"Como trabajadores, estas personas son muy constantes, responsables y siempre puntuales", explica Mari. "Actualmente, son cada vez más empresas las que se animan a contratarlos, sin embargo, todavía se sigue haciendo por un concepto de solidaridad, pero la realidad es que ellos son igual de capaces que cualquiera". Y eso es lo que quieren: que les dejen trabajar. n