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El Mosteiro de Albeos sale a la luz

Arriba, foto de grupo de los participantes. Debajo, la fachada principal, donde se observa la maleza en su techumbre. A la derecha, otro momento de la limpieza.
photo_camera Arriba, foto de grupo de los participantes. Debajo, la fachada principal, donde se observa la maleza en su techumbre. A la derecha, otro momento de la limpieza.
La Asociación O Sorriso de Daniel, de divulgación del románico gallego, realiza este fin de semana labores de limpieza en este emblemático lugar, cuna del mártir gallego San Paio, para salvarlo de la maleza y la basura

A la parroquia de Albeos, en el municipio de Crecente, se llega por la carretera PO-400. Podemos detenernos en su iglesia parroquial, pero si seguimos por una pista y nos desviamos a la derecha tras llegar a un cruceiro y un peto de ánimas, podremos adentrarnos por una estrecha calle que conduce a una de las joyas del románico más sorprendentes y escondidas de Galicia: el Mosteiro de Albeos. Este conjunto ha permanecido durmiendo bajo la maleza durante siglos y, en los últimos años, también bajo todo tipo de desechos que lo habían convertido en un estercolero. O Sorriso de Daniel, que realiza en Galicia una importante labor de divulgación del arte románico, inició ayer una acción de limpieza que continuará a lo largo de la jornada de hoy, domingo.
“Se trataba de limpiar, de retirar maleza y la basura y recortar la hiedra que se acumula en la parte superior y que ejerce mucho peso”, señaló a este periódico Carme Varela, secretaria de esta asociación. Los trabajos contaron con más de 40 voluntarios llegados de toda Galicia, pero no se realizaron al tuntún. Previamente se envió un plan de trabajo a Patrimonio de la Xunta, que dio su visto bueno. “Fue laborado por nuestros arquitectos y, pese a que no había obligación de informar, por primera vez nos contestaron”.
Y es que, como resalta Carme Varela, este importante cenobio no goza de ninguna figura de protección pese a la riqueza de sus restos, donde destaca un singular tímpano labrado por sus dos caras. Ni siquiera es BIC (Bien de Interés Cultural). En manos privadas, el convento, abandonado en el siglo XVI, se fue desmantelando poco a poco y muchas de sus piedras pueden verse ahora en casas y fincas particulares.
Pese a todas estas circunstancias, existe buena voluntad entre los vecinos por poner ahora en valor este patrimonio. De hecho, ayer contaron con la colaboración del Concello de Crecente, que aportó dos contenedores, mientras que un particular cedió su chimpín para transportar el material retirado.

el pueblo natal de San Paio
El monasterio está ligado a uno de los santos más populares de Galicia: San Paio, 'O Neno', nacido en esta aldea de Albeos sobre el año 912 y martirizado en Córdoba, tras haber sido apresado antes en León, cuando tenía 14 años. Su tío era el obispo de Tui y en los terrenos que por herencia le correspondían a San Paio hizo levantar este convento, que fue ocupado por monjas benedictinas. El poder de esta casa, que se extendía a tierras de Portugal, hizo que fuese codiciado por el mismo Pedro Madruga, quien se enfrentó a la abadesa y elevó sus quejas a los Reyes Católicos. 
El declive del monasterio comenzó en el siglo XVI, cuando se ordenó a las monjas benedictinas recluirse en el monasterio de San Paio de Antealtares, en Santiago. Después llegarían las desamortizaciones y la dejadez. Hoy, desde O Sorriso de Daniel, se espera que este monasterio vuelva a florecer, coincidiendo con la próxima celebración de los 1.100 años del martirio de San Paio, que se conmemorará en 2025. 

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