BAIXO MIÑO

Antonio Lomba se prepara para gobernar A Guarda con 5 ediles

Antonio Lomba es alcalde de A Guarda desde 2015 y continuará gobernando en solitario.
photo_camera Antonio Lomba es alcalde de A Guarda desde 2015 y continuará gobernando en solitario.
El alcalde criticó la actitud de sus exsocios de gobierno ante la ruptura del pacto munical
  “No es de recibo la falta de lealtad y respeto del BNG con este alcalde y la institución municipal que represento”, señaló el regidor de A Guarda, el socialista Antonio Lomba tras la ruptura del pacto de gobierno que mantenía con los nacionalistas para este nuevo mandato. Así, Lomba, con cinco ediles pasará a gobernar en minoría y durante la próxima semana organizará todas las competencias de las concejalías que quedan sin titulares ante la renuncia del Bloque.
“En estos últimos días, cuando aún manteníamos canales de comunicación, se sucedieron distintas declaraciones del BNG descalificando al alcalde de A Guarda, acusándome de irresponsable, provocador y mismo criticando la falta de información”, indicó Lomba en referencia a las declaraciones realizadas en las últimas semanas –las de mayor tensión en la Praza do Reló– por el portavoz de los nacionalistas y exteniente de alcalde, Anxo Baz. “A este respecto  quiero decir que en todo momento intenté mantener el acuerdo de gobierno. Que solo hice uso de mis atribuciones como alcalde cuando el BNG incumplió lo acordado. Que actué siempre en defensa de los derechos de los vecinos y de los compromisos que adquirí con ellos al firmar el acuerdo de gobierno”, añadió tras asegurar que siguió las indicaciones del Plan de Mobilidade del Concello de A Guarda con respecto a las obras de peatonalización de la calle Concepción Arenal –incluidas en uno de los puntos clave del pacto de gobierno firmado el pasado mes de junio–.
Las diferencias comenzaron a hacerse notar a pocas semanas de que ambas fuerzas emprendieses un camino unidas, las posturas que tomaban no hicieron más que separarles. Desde hace semanas, la ruptura de este bipartito era un secreto a voces, tras el bronco pleno celebrado el pasado 30 de septiembre, en el que los cinco ediles nacionalistas le indicaron a Antonio Lomba que si no respetaba las cuestiones competentes de sus atribuciones municipales les cesase de forma definitiva. A partir de ese momento: reuniones, contestaciones a través de los medios de comunicación y una relación entre socios de gobierno que se iba congelando por momentos. 
A partir de ahora, el BNG se suma a las fuerzas de la oposición –en la que se sitúan un total de 12 concejales–. Lomba encabezará un nuevo gobierno en minoría con tan solo cinco ediles, lo que le obligará  a acuerdos puntuales a quien ahora rige los destinos locales, o gobierne quien gobierne en el futuro. 

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