Opinión

Digan lo que digan

Ha llegado la Navidad, antes que nunca, y su espíritu ha llenado los corazones, especialmente el de Artur Mas, que no quiere que la libertad de sus compañeros y compañeras en la cárcel esté condicionada por cuatro tontas palabras. Entiende que deben decir lo que sea para salir, ya que al fin y al cabo las palabras no cuentan, sino los actos. 
Si las palabras se las lleva el viento no cuesta nada explicar que fue sin querer, para conseguir la condicional y continuar siendo en la calle los últimos Jedi contra el 155. Que digan lo que sea necesario, las palabras que la Justicia debe y la oposición política quiere escuchar para entenderles sometidos y humillados, aunque sepan que en absoluto ninguna frase traicionará el verdadero sentido de lo que piensan y de lo que están dispuestos a continuar haciendo a la primera oportunidad. Digan lo que digan.

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