Pero mal avenidos de verdad. Es lo que tienen los matrimonios de conveniencia, en los que no hay verdadero cariño sino intereses. Pero también hay relaciones públicas a la vista de todos que no funcionan. La sociedad establecida entre el Partido Popular y Ciudadanos no puede ir peor, producto de ser “socios competidores” como les ha denominado el líder socialista Pedro Sánchez. Los episodios en los que el Gobierno presidido por Mariano Rajoy, a la sazón en el cargo por el acuerdo de investidura con los naranjas, ha ninguneado a Ciudadanos, sobre todo en las cuestiones de lucha contra la corrupción, siempre que ha podido. A la menor oportunidad que han tenido los de Albert Rivera se la han devuelto a los populares porque no les han cedido un diputado para que el PP tenga grupo parlamentario propio en el Parlament catalán. En el PP están que trinan por la mezquindad de C’s pero donde las dan las toman.
