Opinión

Balaídos y la caza del voto necio

Se acercan las elecciones y los partidos a quienes Podemos llama  “la casta”, se disponen a la captura del voto necio, al voto que solo analiza lo superficial o lo que exalta sus sentimientos por encima de lo cabal, de las necesidades y de la lógica presupuestaria, y en tal empeño, ¿qué puede dar mas juego que el fútbol?.
He de aclarar que soy futbolero y celtista de corazón, pero antes soy ciudadano y pretendo hacer de la razón y del sentido común el norte de mis actuaciones, por encima de preferencias y caprichos. El caramelo se llama nuevo estadio de Balaídos y el coste se sitúa por encima de los 30 millones de euros. 
La situación es la siguiente: El estadio de Balaídos es municipal, es decir, pertenece a todos los vigueses a quienes se lo administra, como gestor, el ayuntamiento. Los vigueses se lo hemos arrendado al Real Club Celta, el club de fútbol de la ciudad, una sociedad anónima deportiva, propiedad de sus socios e inversores. Así las cosas, el arrendador, nosotros, hemos de acometer aquellas reparaciones consecuencia del deterioro propio del estadio, labor que corresponde ejecutar al ayuntamiento.
Desde la última reforma en 1982 (32 años), nuestros gestores (todas las Corporaciones habidas hasta ahora) han incumplido sistemáticamente sus obligaciones para con la conservación de nuestro estadio, dejando que nuestra propiedad se fuera deteriorando poco a poco, hasta el punto de entrar en la necesidad de acometer obras de reparación verdaderamente importantes. Llegados a este punto, procedería denunciarles a todos y exigirles responsabilidades contantes y sonantes, lo cual ya sabemos que resulta imposible, ya que en política, por estos asuntos, todos son irresponsables, hasta el punto incluso de proponernos ahora, que nos gastemos un dinero que hemos ahorrado eliminando prestaciones ciudadanas y ayudas a los mas necesitados.
¿Es Balaídos un estadio que con las necesarias reparaciones puede seguir dando juego y cumplir con todos los requisitos para la práctica del fútbol de élite que exige la federación?. Sobradamente y durante muchos años. ¿Acaso Balaídos carece del aforo necesario para albergar la demanda de localidades que se produce en cada partido?. Para nada, pues no se recuerda el día que se haya colgado el cartel de “agotadas las localidades”. ¿Es necesario un nuevo estadio?. Rotundamente NO.
Es evidente que un nuevo estadio contentaría a todos y sería muy bueno para el celtismo, pero el dinero no estira y siempre es a fuerza de renunciar a otras necesidades, esenciales en este momento para el ciudadano.
¿Qué alternativas nos quedan? En principio dos: seguir siendo propietarios del estadio y que nuestros administradores acometan seriamente, con nuestros impuestos, las obras necesarias para su correcto mantenimiento, o vender el estadio al Celta y que sea el club quien se haga cargo de todo, lo que sería infinitamente mas lógico, ya que los ciudadanos vigueses no tienen ninguna necesidad de ser propietarios de un estadio de uso exclusivo de una entidad privada, por muy representativa de la ciudad que sea. Una vez siendo el Celta propietario del estadio, ya decidirán sus socios e inversores, como en cualquier sociedad, si construyen o no un nuevo estadio, como acometen la inversión, con que ayudas y en que plazos. ¿Quieren ustedes ayudar a un club que ha hecho por el conocimiento de la ciudad mucho mas de lo que haya hecho político alguno?. Véndanles el estadio por una cantidad simbólica con cláusula de reversión en caso de cambio de uso, pero no endeuden todavía mas a los vigueses con lujos innecesarios. La actual escalada de promesas y enfrentamientos sobre quien la tiene mas larga, con el dinero de todos y con la renuncia a atender las necesidades mas acuciantes de nuestros dependientes, es sencillamente infantil e insultante. 
Aquí hay un arrendador que no ha cumplido con sus obligaciones y que si sigue queriendo la propiedad ha de reparar el inmueble, un arrendatario que exige mejores condiciones y al que lo lógico sería venderle el inmueble, y nadie mas. ¿Qué pintan en todo esto la Xunta, la Diputación y la ¡Zona Franca! prometiendo dinero por mucho que con anterioridad lo hayan hecho, irresponsablemente, en otros casos? ¿Se han olvidado de sus obligaciones?. La Xunta ha dejado sin paga extraordinaria a sus funcionarios, les ha rebajado el sueldo, ha eliminado ayudas sociales y un largo etcétera de nuevos agujeros en el cinturón del administrado, ¿para ahora gastárselo en ayudar a comprar un nuevo estadio?. ¿Lo mismo la Diputación?. ¿Y la zona Franca? ¿Qué tiene que ver la Zona Franca, cuya misión es facilitar las importaciones-exportaciones de la industria gallega, invirtiendo en la infraestructura de puertos, carreteras, ferrocarril, polígonos industriales, etc., para ahora desviar fondos a la construcción de un estadio de fútbol? ¿Estamos todos locos?.
 Explíquenos ustedes que soluciones tienen para hacer productiva esta ciudad, para generar trabajo para todos, para que los vigueses tengamos mayor poder adquisitivo, cultural y social y déjense de demagogias.

Te puede interesar