Opinión

Los Episodios nacionales

Los planos de actualidad tienen por fortuna intensidades diferentes, y en un escenario de cuestiones alarmantes procuran bajar el tono en la intensidad de su dramatismo según en qué circunscripciones se produzcan, y así nos vamos arreglando para no caer en sensaciones completamente desesperadas. Se trata por tanto de episodios de cada día, protagonizados generalmente por representantes políticos, que se empeñan en añadir carne de anécdota a la realidad cotidiana como esos responsables del ayuntamiento de Madrid que han decidido remodelar a toda prisa su stand en Fitur porque los colores que lo distinguían recordaban a los de la enseña gay mira tú qué manera de liarse y de liarla. Ayer, por ejemplo, Susana Díaz dicen que pretextó una gripe para no tener que coincidir en un acto de partido con Pedro Sánchez, de donde se infiere que, como muy bien sabe también Leo Messi, la gripe es un argumento muy socorrido para evitar comparecencias molestas.
En Podemos las cosas son algo más intensas que estas situaciones de vodevil porque Monedero se manifiesta en los mítines de su partido rodeado de sus incondicionales, y aprovecha el fervor de sus camaradas para clamar contra la Hacienda Pública pero hasta el momento no ha presentado un solo papel que acredite la solvencia de sus actividades, ni una razón de peso que le exima, ni ha puesto en claro nada. Él, como Errejón y como otros de sus compañeros, creyó que la batalla política era una excursión al campo y que nadie les iba a tocar un pelo sin entender que para entrar en estos fragores hay que llevar los deberes hechos porque en cuanto no los lleves te la arman que los campos de batalla electorales están sembrados de minas y el que no lo sepa así más vale que se quede quieto.
En el fondo de este teatro de guiñol con escenarios pintados a mano subyacen los temas que verdaderamente acojonan y que todos sabemos de sobra. Una amenaza latente sombría y maligna que marcará a sangre y fuego el siglo que vivimos. Por eso, de vez en cuando, hay incluso que dar gracias por estos episodios nacionales que ayudan a desengrasar de pesares el alma.

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