Opinión

la misma vieja historia

El puerto es uno los puntales de Vigo. Se podría decir que su corazón o las ruedas que permiten que la ciudad avance. Sin puerto, no habría Vigo tal y como lo conocemos. Sería una villa similar en tamaño a las vecinas Cangas, Moaña, Nigrán, Baiona o Redondela. La diferencia reside en que en el siglo XIX se autorizó la construcción de un muelle de hierro que permitía la arribada de grandes buques de carga, y luego otro de piedra, para el pasaje. La creación del lazareto de San Simón, que obligaba a todos los barcos a pasar por la Ría, lanzó definitivamente puerto y ciudad. Que son lo mismo y lo uno no habría sin lo otro. Esta semana, un grupo de vecinos desplegaba en Cabral una pancarta alertando de que el parque de Cotogrande, donde se celebraba la fiesta del pan de Millo, desaparecería si se construye Porto Cabral. Inútil insistir en que en su lugar habría otro parque similar y en las ventajas de que una inversión de este calibre se desarrolle en Vigo en lugar de en Coruña o en Oporto, por decir dos ciudades similares y próximas. Puestos a añorar, donde está Vigo había una bahía, unas playas y montes, que desaparecieron para construirse la Muy Leal. Continuará...

Te puede interesar