Opinión

el privilegio de Vigo

Este mismo año en que Atlántico ha cumplido 30 años se harán 70 de la creación del Consorcio Zona Franca en un Vigo deprimido que salía del mundo de las dos postguerras, la española y la mundial. Zona Franca se puso en marcha como un polo  de desarrollo y un reclamo para la instalación de empresas en un régimen fiscal especial. Esa fue su primera finalidad, pero CZF ha ido evolucionando al compás de Vigo. Con los años se convertiría primero en un gestor de suelo industrial y más tarde, ya con la entrada de España en a UE, en una agencia de desarrollo comarcal, que lo es hoy de forma expresa. Zona Franca gestiona múltiples facetas que van desde aparcamientos a un centro comercial y el Edificio Aeroespacial hasta una parte de la ETEA y quizá en el futuro de la Panificadora. Pero en lo esencial se mantiene en su tarea de facilitar la instalación de empresas en Vigo y su área y con ello empleo y desarrollo de la ciudad.
Quizá la Muy Leal no ha calibrado del todo lo que supone disponer de una agencia del Estado que invierte hasta 40 millones de euros al año que de otra forma se irían a la caja común. En cambio, es probable que al contrario, si ZF estuviera en otras ciudades próximas habría quejas sobre la discriminación local. Hoy mismo conocemos que el desarrollo del Parque Comercial va adelante -ya veremos si comercial o empresarial- y eso sólo lo puede hacer una entidad pegada a la realidad de ciudad con capacidad para realizar desembolsos millonarios. 
PD. Vigo está de enhorabuena con el Rápido, un ascenso de verdad histórico. Tres equipos en Segunda B. Una auténtica potencia futbolística.

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