Cartas al director

¿qué pasa en la cara de muchas mujeres?

El espejo del baño murmura: busco naturalidad y expresiones reales que transmitan felicidad en mi reflejo. A cada arruga bella que observo le costó esfuerzo formarse y acoplarse a la sonrisa y a los gestos de una cara.
Estoy asustado, dice el espejo del comedor, no me gusta lo que veo: muchas personas que no aceptan el paso del tiempo rindiéndose ante los cánones de belleza impuestos por un mundo absurdo, aún dirigido, cómo no, desde una supremacía masculina que se enorgullece observando su imagen imponente con la mirada erguida.
Un espejo comenta desde un escaparate: la moda de aparentar juventud deja una imagen triste que pierde expresión y razón. Me gustaría seguir viendo el paso del tiempo en caras que reflejen las vidas de todas y cada una de las mujeres que se paran a mirarme. 
Sobre el volante, el espejo retrovisor que observa, piensa: quisiera reflejar realidad y aceptación en cada una de vosotras, mientras añoráis tiempos pasados.
Un reflejo en la televisión transmite soledad… Harto, el espejo sale del bolso y grita: no aceptes imposiciones, rebélate contra el botox y el bisturí.