Cartas al director

COLOMBIA, HOY

n  n  n Quieren convertirla en un ensayo más del nuevo comunismo que los Castro dirigen desde La Habana, conjuntamente con sus cómplices y financistas, ocultos unos y a cara descubierta, otros. Ya lo probaron en Venezuela y su resultado, luego de quince largos y tenebrosos años, nos ofrece un panorama desolador y lleno de tristezas. La falta de libertades, unido a la miseria social alcanzada, no puede ser más esclarecedor y acusatorio. Sus destrozos nos alejan del mundo globalizado democrático y civilizado, para convertir aquel entrañable país, en súbdito de Cuba y su revolución de fantasía. Mientras esto sucede, los jubilados de Venezuela, hoy por el mundo, ya tienen nueve meses sin cobrar y pasando necesidades agobiantes, luego de cuarenta años de trabajo y cotización a su Seguridad Social, pero ellos y sus cómplices, inventan una nueva paz para Colombia, que ya no mata, pero no dejará vivir en paz a sus oprimidos, que obligarán a bailar a su ritmo comunista actual, haciéndoles olvidar su tradicional Joropo y Cumbia.
El progresismo informativo nos está vendiéndonos hoy una nueva burra coja y ciega, con esta paz de Colombia. Son los mismos personajes que inventaron al guerrilla para proteger  el narcotráfico y hoy buscan  una nueva estrategia, que garantice su supervivencia sin pedir perdón a sus víctimas, utilizando voces viajeras y cínicas al servicio de su ambigüedad, que como marionetas se ofrecen para proteger su disfraz protector y engañoso del socialismo del siglo XXI. Para avalar este nuevo despropósito que tanto sirve para un roto como para un descosido, los ejemplos de Irak, Libia, Argelia, Siria, Túnez, Grecia, Venezuela y hoy Colombia, son demostrativos de su identificación e hipocresía ramplona, mientras ellos avanzan en sus delirios. El Papa Francisco, Obama y la Comunidad Europea, con su miopía política, los avalan, mientras el pueblo cubano sigue sufriendo las calamidades y penurias de hace sesenta años. Reflexionemos antes que sea tarde.
Si nos atenemos a las voces sensatas y representativas de muchísimos colombianos, donde destacan algunos expresidentes como Pastrana, Uribe, o el se. Vivalco, este último es quien representa los derechos humanos en América Latina. Llegamos a la conclusión que es una paz encubierta, para legalizar los cárteles de la droga e integrarlos impunemente a la sociedad, estos a partir de ahora, contarán con la legalidad necesaria para mantener su negocio y financiar lo que ya Venezuela, no puede hacer la Universidad Progresista en que se convirtió La Habana, y contarán para ello con jueces que deberán impartir justicia y serán nombrados al 50% para el gobierno colombiano y la guerrilla. Sobre esto le lanzo una pregunta importante al ex presidente Pastrana, el entrevistador español de ABC si él, aceptaría para España un tribunal en esas condiciones, para juzgar los crímenes horrendos de ETA, y además le recordó que el jurista que dirige la instalación de este Tribunal en Colombia, es un conocido comunista español. El mismo, forma parte de aquella legión de profesores universitarios que fueron a hacer las Américas a la sombra del nuevo comunismo que magistralmente se dirige desde Cuba.
El trabajo diplomático que Cuba emprendió luego de la caída del muro de Berlín, es algo digno de estudio, ya que lo que no consiguieron con las armas en América Latina lo están consiguiendo con la diplomacia asimétrica, donde  la doctrina Goebbels, se adaptó magistralmente al FBI y la KGB. Sus resultados mediáticos son hoy materia de estudio y preocupación para Occidente, por lo que hoy ocurre con el terrorismo. El dinero sin nombre es perverso para todos, pero algunos  vivos consiguieron la fórmula de lavarlo y legalizarlo para ponerlo al servicio de su Revolución. Aquí cabe el refrán gallego: "O roubadiño ven jardadiño, luce igual que o ven janadiño".
El penúltimo capítulo de esta nueva película de terrorismo político encubierto, lo podremos ver el 26-10-2016, cuando se firme en Colombia esta nueva entrega de la soberanía de un país hermano, en nombre de la paz. Y ¿cuántos cobardes y cómplices acudirán a dicha firma y aval? Falta por ver el último de los capítulos que protagonizarán todos los colombianos el 02-10-2016 y será su voto quien decida su camino y destino. Amanecerá y veremos salir el sol, o como oscurece y nos introducimos irremisiblemente en las tinieblas de la noche: Pablo Neruda.