Cartas al director

Lo que el viento se llevó de nuestros políticos

nnn Tal vez ello refleje la falta de decencia, comprensión y solidaridad, esta última la maneja la extrema izquierda muy sutilmente y bajo estricto criterio ideológico, que saca a relucir cuando sus intereses así lo requieran. Lo sucedido hace días con el padre Pajares es un ejemplo de su irregular comportamiento, que los retrata de su deriva, sin rumbo y destino, que los aleja de esa solidaridad real, abierta y libre que sí es propiedad del pueblo español, cuyo exponente más relevante fue, es y serán nuestros misioneros católicos, aquí y por los caminos del mundo, pero que, ni siquiera el estar infectado de Évola calmó la arremetida feroz y mediática, de quienes ayer pedían a los cuatro vientos, se le dejara morir lejos de su patria, utilizando para ello su falsa solidaridad y su odio congénito hacia la Iglesia católica. Solo la rápida y oportuna intervención del Gobierno, evitó el desprecio humillante hacia un ciudadano español, por el mundo. Ello no pudo evitar su muerte y hoy solo nos queda el rogar a Dios por su alma.
Ya veremos el comportamiento y reacción de los que hoy se erigen como salvadores de la patria, disfrazados de fariseos. Cuando el brote de esta terrible infección llegue a España, transmitida por falta de controles  y supervisión, sobre la emigración ilegal, que hoy nos acecha, y que ellos utilizan de coartada macabra, para desarrollar su política de "tierra de nadie", atacando despiadadamente al Gobierno nacional y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, lo que menos le preocupa es el contagio de esta y otras enfermedades que el Gobierno y está tomando medidas efectivas, a pesar de sus críticas, contradictorias y desacertadas.
Quienes vivimos su desinteresado trabajo misionero y las vicisitudes para efectuarlo. En muchos países del mundo, especialmente en África, o América Latina, tenemos la obligación de levantar la voz para denunciar hoy estas y otras contradicciones, donde los que trabajan y mueren sirviendo y ayudando a la humanidad, si so católicos hay que olvidarlos y abandonarlos a su suerte, pero si son de su ideología marxista, ya so catalogados de mártires al servicio de su causa y deben ser protegidos a extremis  y van más lejos en su delirio. Sus derechos humanos son distintos y distantes de los demás, observemos como obvian todo lo que hoy está sucediendo en Corea del Norte, Irán, Irak, Siria, Ucrania, China, Cuba, Venezuela o esta matanza de católicos en Irak y otras partes del mundo. Pero se alarman y ponen el grito en el cielo hoy con la franja de Gaza y Palestina, condenan al pueblo de Israel que, según su versión, maquiavélica, este no tiene legitimidad y derecho a defenderse de los ataques que su población sufre diariamente. Tal vez tenía razón Campoamor cuando decía: Nada es verdad o mentira, todo es igual al color del cristal con que se mire.
Ya lo hicieron ayer con el Alakrana, Irak y Afganistán, unos fueron rescatados por una suma millonaria que se ocultó, otros humillados y los que murieron defendiendo el honor a la patria, lo catalogaron de accidente, pera ocultar todas sus vergüenzas, no esperemos a tener que expresar aquella célebre frase: Esto se lo llevó quien lo trajo. Por la corrupción y la ambición política desmedida.