Cartas al director

Juanito ya no vive aquí

Fue Camacho, uno de mis ídolos de infancia, el que le contó al publicista Risto Mejide que uno de los motivos que le llevó a dejar el banquillo del Madrid a las primeras de cambio, fue que no entendía cómo un jugador lesionado (en aquel entonces el primer Ronaldo), se iba al día siguiente a Alemania a un acto publicitario. El pasado lunes volvió a suceder. El nuevo Ronaldo estuvo dentro de un coche de carreras como copiloto, el día después de no haber jugado por lesión en la debacle de Anoeta. Entonces y ahora presidía el club blanco un hombre que ya ni se acuerda del espíritu de Juanito. Y eso se paga con algo que no es dinero.